A veces vemos esta carne como poco interesante y con un sabor “algo diferente”, por así decirlo. Sin embargo, bien preparada y condimentada queda exquisita y tienes posibilidades de cocinar un sinfín de recetas con ella y lo mejor, es que sin problemas. Pero eso no queda sólo ahí ya que también posee un alto valor nutritivo, minerales y vitaminas. Contiene magnesio, fósforo, calcio, hierro, ácido fólico, zinc, fibras, etc. Y por si fuera poco, a pesar de contener grasa, es casi en su mayoría insaturada.
La carne de soya aporta muchos beneficios a nuestro cuerpo ya que no produce pesadez en el estómago, ayuda a prevenir el estreñimiento por su alto contenido de fibra, reduce el colesterol, posee componentes anticancerígenos, mejora la absorción de calcio en los huesos, entre otras cosas.
Si bien es originaria de China, se cultiva en gran cantidad en toda Asia, EE.UU. y Oeste de África. En Chile podemos encontrarla fácilmente en supermercados. Al igual que la mayoría de las legumbres, la soja es una excelente fuente de fibra dietética, hidratos de carbono complejos y proteínas vegetales. Por lo que incorporar su consumo en nuestra dieta, es un gran aporte.
Ingredientes:
- 3/4 de tazón de carne de soja (tazón, no taza)
- 3 cucharadas de maicena (llenas)
- 1 cebolla pequeña (picada en cuadritos finos)
- 1 zanahoria pequeña rallada
- Aliños a gusto (comino, sal, ajo, etc)
- Aceite para freir o dorar
- Agua hirviendo (poca cantidad)
Preparación:
Rellenar lo que queda vacío del tazón con agua hirviendo y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Luego colocar la carne de soja sobre un colador, ponerla bajo el agua de la llave y removerla brevemente. Estrujar la carne y poner en un bol.
Por otro lado saltear la cebolla y la zanahoria. Una vez listo, poner en el bol junto con la carne y aliñar. Luego agregar las cucharadas de maicena y mezclar muy bien.
Con ayuda de tus manos, prepara las hamburguesas del tamaño deseado, dejándolas lo más “apretadas” posibles. Ahora solo debes freír o dorar por lado y lado y a disfrutar.