Hace unos días se armó un fuerte debate en nuestra página sobre si estaba bien o no la ciudad de Michigan que llevará a juicio a una ciudadana -y que enfrenta 93 días de cárcel de ser encontrada culpable- por tener una huerta en su jardín delantero y negarse a sacarlo luego de que vecinos alegaran.
La mayoría de las personas encontraba muy mal la medida de la ciudad. Otros argumentaban que no se debía generalizar y meter a todas las ciudades de Estados Unidos en el mismo saco y finalmente también hubo quienes encontraron adecuada la sanción.
Bueno, sin duda el tema ha cruzado las fronteras, ya que la historia además de haber sido cubierta por varios medios norteamericanos bastante importantes, ha vuelto a repetirse, pero ahora en Canadá, donde un hombre enfrenta seis meses de cárcel por tener una huerta orgánica en su terreno de 2,5 hectáreas en Columbia Británica, en Vancouver.
Dirk Becker, dueño del terreno, compró esa tierra hace más de una década y desde entonces ha puesto todo su esfuerzo en volver a hacerla un lugar fértil donde vuelva a crecer flora y fauna. Cuando se hizo cargo del lugar no había nada y 10 años después cuentan con cuatro tipos de abejas, varios tipos de libélulas, numerosos tipos de mariposas, ranas, sapos, serpientes, cientos de aves, además de los árboles frutales y verduras que han logrado cosechar.
Lo que pasó aquí fue lo siguiente: Un vecino (sí, UN vecino) alegó porque no le gustaba que en el terreno hubiera caca (abono para las plantas) y que la propiedad se estaba poniendo fea y sucia, por lo que mandó una carta al distrito regional quien a su vez mandó otra carta a Becker señalando que tenía 14 días para “quitar los montones de tierra y el estiércol de la propiedad.”
Uno de los argumentos de Becker es que tres casas más allá hay caballos y bosques, por lo que el panorama no es muy distinto del que se ve en su propiedad.
En junio le llegó una nueva carta diciéndole que dejara de hacer lo que estaba haciendo o sería procesado por “rebeldía” y enfrentar hasta seis meses de cárcel por desobedecer. Parece que las leyes no están a favor de los alimentos naturales. Qué pena.
Link: British Columbia Man Faces Six Months in Jail for Growing Food (Treehugger)