Cada colmillo de marfil que se transa en el mercado negro cuesta más de 12mil dólares, por lo que el negocio es muy llamativo para los africanos que ven cómo pasan los elefantes por la sabana con verdaderas fortunas en los hocicos.
Los 247 que enviaron desde Kenia al sudeste asiático estaban avaluados en más de 3 millones de dólares, y se encontraban escondidos en un container que decía tener pescado congelado. En Bangkok fueron revisados rayos X y descubrieron las piezas.
El tráfico de estos colmillos de elefantes está estrictamente prohibido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora silvestres, y la legislación tailandesa puede encarcelar a los traficantes con hasta 4 años de presidio.
Todas las especies de elefantes africanos, los que fueron asesinados para obtener el marfil incautado, están actualmente en algún grado de peligro de extinción, lo que hace este hecho aun más grave.