Una caja de manzanas pink lady, deliciosas y que tengo que comer a mordiscones en vez de en una deliciosa tarta. Topinambur que conseguí en Chillán, 100% orgánico, para preparar una sopa, y que espera y espera. Un pato, un ganso y unas codornices congeladísimas, ¡Ah! y un foi grass también.
Horas del día que me sobran y algo que me falta en el alma. Hasta me he puesto algo mal genio. Y ni les digo lo que me ha parecido cada comida que compro pre hecha, pésima. Ni para gastar palabras, que escribo a dos dedos, en comentar. La situación está mal. Llevo toda la mañana hojeando mi libro y me embarga la pena. La verdad es que el corte no era tan simple como me lo quise tomar los primeros días.
Trajiné más de la cuenta y la desaparición del dolor y la cicatrización no son cosas rápidas. Parece que me pasaré una semana más bastante inactiva. No saben cómo los extraño.
