Kate Middleton no ha podido evitar las comparaciones con Lady Di al tratarse de la nueva princesa de Gales y por el legado que dejó su suegra en el tiempo que ejerció como miembro real al convertirse en la integrante de la royal family que más cercanía tuvo con el pueblo.
Pese a ello, la esposa del príncipe William ha sabido como marcar su propio estilo y ganarse el corazón de sus seguidores logrando destacar como una de las piezas más importantes de la corona, por lo que su diagnostico de cáncer causó gran conmoción a nivel mundial.
En medio de su recuperación de esta enfermedad que la mantuvo en el 2024 alejada de sus compromisos, se ha podido conocer como se ha desmarcado de algunas costumbres de la fallecida princesa en cuanto a la crianza de sus hijos.
Así ha ‘reprochado’ la crianza que Lady Di le dio a William y a Harry
Por mucho tiempo se ha visto la admiración y respeto que Kate Middleton ha sentido por Diana Spencer, madre de William y Harry, por lo que en varias oportunidades se le ha visto replicar sus looks o llevar sus joyas, pero lo cierto es que no todas las decisiones de su suegra han sido de su agrado.
Y es que Middleton ha preferido alejar al príncipe George, la princesa Charlotte y a Louis de la crianza que tuvieron su padre y su tío, quienes estuvieron expuestos a la vida pública desde temprana edad.
Los hijos de Lady Di y el rey Carlos III nacieron y se criaron en el seno de la aristocracia británica, situación que generó ciertas actitudes buenas o reprochables, pues según los medios internacionales los príncipes fueron muy consentidos desde pequeños lo cual los llevó a enfrentar polémicas en su vida privada conforme fueron creciendo.
En el caso de William, según detalló The Mirror fue “sorprendido dos veces seguidas, borracho y dentro de clubes nocturnos, coqueteando con otras mujeres”, lo cual ocasionó problemas en su matrimonio. Asimismo, Harry ha lidiado con múltiples exposiciones con paparazzis.
Estas polémicas le han servido a Kate para saber como llevar una crianza distinta para evitar estas actitudes en sus primogénitos, por lo que ha priorizado la educación y el desarrollo emocional de los pequeños, manteniéndolos alejados de la atención pública.
Otra de las decisiones que ha tomado para que sus retoños vivan una vida lo más normal posible es que dejaron de vivir en el Palacio de Kensington para mudarse a Adelaide Cottage, una residencia más privada y sin servicio doméstico que haga las tareas de la casa.
Sus decisiones han llevado a pensar a mucho que ha reprochado la crianza de Diana y Carlos III con sus hijos al no saber evitarles las exposiciones.
