La relación entre la reina Isabel II y Meghan Markle ha sido objeto de intensas especulaciones y análisis desde que la estadounidense se unió a la Familia Real Británica. Aunque al principio la monarca parecía darle la bienvenida con entusiasmo, las tensiones comenzaron a surgir con el paso del tiempo, revelando una dinámica que se fue apagando entre ambas.
De hecho, expertos en la realeza aseguran que la relación se deterioró por varias razones, dejando entrever que la monarca se sintió decepcionada por algunas actitudes de la duquesa.
Esto es lo que opinaba la reina Isabel sobre Meghan Markle
En sus primeros encuentros, la reina Isabel se mostró receptiva y hasta entusiasta ante la llegada de Meghan Markle. Richard Eden, experto en realeza, ha señalado que Isabel II veía a Markle como una “bocanada de aire fresco”.
“La reina creía que Meghan, una actriz estadounidense, divorciada y de raza mixta, sería una ‘bocanada de aire fresco’ para la monarquía”, declaró según Vanidades.
Este optimismo se tradujo en gestos significativos, como la decisión de invitarla a celebrar la Navidad en Sandringham antes de su matrimonio con el príncipe Harry, un gesto que no se había dado con anterioridad a otros futuros miembros de la familia real. Además, la reina hizo un esfuerzo por incluir a Meghan Markle en eventos importantes, como su primera aparición oficial en el Día de la Commonwealth, donde la duquesa tuvo la oportunidad de estar al lado de la monarca.
Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de la boda en 2018, comenzaron a surgir fricciones. La relación, que una vez fuea prometedora, se vio afectada por la percepción de la reina sobre algunas actitudes de la protagonista de Suits.
Uno de los puntos de tensión más notables fue cuando rechazó la sugerencia de la reina de que la duquesa Sofía de Edimburgo la guiara en su adaptación a la vida real. Otra situación fue la elección de la tiara para la boda pues optó por un estilo diferente en lugar de aceptar una de las tiaras ofrecidas por la reina y la interacción de Markle con Angela Kelly, la modista real, también fue motivo de preocupación, que le ganó la etiqueta entre ellos de “problemática”.
