La noche de este domingo 13 de agosto, todo México se paralizó para ver la gran final del reality show “La casa de los famosos de México”, tras 10 semanas de ininterrumpida transmisión. Quedaban cuatro finalistas, y Sergio Mayer fue el primero el dejar la casa, le siguió Poncho De Nigris, y la pareja del programa: Nicola Porcella y Wendy Guevara, quedó para disputarse el premio. Finalmente, la influencer resultó la gran ganadora.
Su carisma, entrega y sinceridad la pusieron en la cima de la primera temporada y se llevó cuatro millones de pesos mexicanos, ya que, a pesar del acuerdo al que había llegado el team Infierno para repartir el premio entre los cuatro, no pudo ser posible por política del concurso.
Sin dudas, que la química que hubo entre Guevara y Porcella fue genuina y mantuvo siempre cautiva a la audiencia. Minutos antes de que anunciara al gran ganador, ellos conversaron y el participante peruano le manifestó a Wendy su nerviosismo, por lo que ella, como siempre, no dudó en darle unas hermosísimas palabras de aliento.
“Hemos llorado los dos, y tú que decías: ‘No, wey, soy el extranjero, voy a salir’. Wey, jamás dudes de ti, eres un gran hombre. Eres divertido, buena onda y la gente te ama, por esto estás hasta aquí. Prométeme que nunca más te vas a sentir menos con alguien”, le dijo con el corazón en la mano “La Perdida”, que llegó a la cima con 18 millones de votos.
Este lunes 14 de agosto, el team Infierno se presentó en el programa Hoy y conversó sobre las experiencias que tuvo durante todo el tiempo en el que permanecieron aislados y, por supuesto, Nicola tocó el tema de la salud mental y cómo lo ayudaron los participantes, especialmente Wendy.
“Acumulé las heridas del pasado. Yo soy una persona que sufre de depresión, de ansiedad, así como el que sufre del colesterol, tiene que llevar un tratamiento. Ya gracias a Dios han pasado cinco o seis años y, obviamente, las dosis van bajando. Y hay que hablarlo, puedes estar en el fondo, pero siempre hay una persona que te va a escuchar y hay que buscar ayuda, porque por más que estén en el fondo siempre hay una salida”, dijo el peruano.
Nicola se describió como un hombre competitivo, por lo que al principio del reality le costó, pero gracias a la amistad que hizo con Guevara, sintió que todo se alivió: “Yo creo que no hubiera podido aguantar toda esta semana sino la hubiera encontrado. Me divertíamos mucho los dos. La pasamos muy bien y me identifiqué mucho con la historia de Wendy y siempre se lo dije, que ella era la voz y la cara de un movimiento muy grande y que ella tenía que ser la líder por cómo es ella”.
El participante de 35 años manifestó que su conexión con ella se debió a que conversaban mucho sobre sus dramas y sus familias, cimentando así una “bonita amistad y sabe que la admiro por eso”.