Lo más desafiante de la serie de Netflix, ‘Cien Años de Soledad’, aparte de los retos de adaptar el estilo de un genio como Gabriel García Márquez, era plasmar en lo material - y la relación que tienen los personajes con los objetos- todo su universo.
En el vestuario, algunas referencias eran claras: los miriñaques de la abuela de Úrsula, los lazos de organdí de Remedios Moscote, las piezas heredadas, el vestido de boda de Rebeca, entre otros. La apariencia fantástica del gitano Melquíades. Pero ¿ cómo llevar a la realidad a los Buendía y a Macondo en un contexto como el siglo XIX en el caribe colombiano?
Esta fue la tarea que la experimentada Catherine Rodríguez, diseñadora de vestuario, tuvo en sus manos. Ella, quien ha trabajado en películas que reflejan la colombianidad en historias como ‘El abrazo de la serpiente’ o ‘Pájaros de Verano’, investigó con su equipo toda la documentación al respecto: desde las ilustraciones de la Comisión Corográfica del siglo XIX, hasta las ilustraciones de los viajeros que pasaron por Colombia en aquella época, entre otros retratos costumbristas.
Además, tuvo acceso a textiles y piezas de la época para recrear su visión de los Buendía, que pasan de la pieza campesina tradicional predominante en el país (con toques caribes) a la influencia de la moda apenas Macondo prospera y se abre al mundo.
Todos estos cambios fueron retratados con rigurosidad y con un estudio pleno con los detalles: por ejemplo, en la boda de Úrsula Iguarán con José Arcadio Buendía, los detalles de los insectos en el vestido de la boda de la matriarca son los que tenían las mujeres que no se podían permitir adorno alguno, para comenzar.
NUEVA MUJER COLOMBIA habló con la diseñadora de vestuario sobre los detalles del vestido y el cuerpo en una de las producciones más esperadas del año.
-Si bien hay una rigurosa investigación con respecto al vestuario en Colombia en el siglo XIX, ¿cuál es la aproximación artística y personal suya hacia esta obra ?
Mi aproximación al diseño de vestuario siempre ha sido como ser lo más fiel a la verdad posible. Pues porque ellos existían en un contexto que es el Caribe en Colombia en el siglo XIX. Entonces, si bien hay una investigación y hay una guía del libro muy importante, no puedo desconocer que ellos eran colombianos que habitaban en este espacio y tiempo específico.
Entonces, tengo que encontrar dentro de las referencias de investigación cosas que se acomodan a los personajes mediante la conceptualización, así que eso es lo que vamos a ver dentro de la obra. Por otro lado, al diseñar los personajes, se tuvo en cuenta la utilidad que tenía el vestuario en la época.
-En el capítulo cuatro se ve el crecimiento de Macondo y la llegada inevitable de la influencia europea. ¿Cómo es la escogencia de estampados, y cómo es recrear siluetas como la eduardiana, entre otras, a este Caribe colombiano de finales de siglo XIX?
Hay un museo del siglo XIX aquí en Colombia y nosotros tuvimos acceso a todas las prendas del mismo. También hay fotos de gente de capitales en Colombia.
Entonces, empezamos a integrar esas siluetas algo disminuidas, porque Macondo no era ni Medellín, ni Bogotá, ni Santander, ni Bucaramanga. Las tropicalizamos. Por ejemplo, en el matrimonio de Úrsula, ella tiene un un vestido que es extremadamente victoriano.Tiene un corsé, tiene sus ballenas, su pico. Ya para mitad de temporada metemos elementos de moda más específicos con los estampados.
Tengo un libro con los estampados de este siglo y, claro, el tema es encontrar elementos textiles que me hablen de la época, pero también me hablen de los personajes. Entonces, por ejemplo, cuando están con Pietro Crespi, Rebeca y Amaranta Buendía tienen estampados muy florales. Eso habla también de un momento que ellas están viviendo y es, la madurez de su vida, que están en edad de casarse. También hay puntos geométricos.
Con Pietro Crespi, a su vez, vemos todos los bordados de la época para los europeos. Es además el primer personaje que vemos en chalecos y con un tono diferente al de su saco. Con él vemos elementos de moda que evolucionan a lo largo de la temporada, con la llegada de las Moscote.
Vemos también la transición al polizón, pero es un polizón como costero, no es un polizón Londres-Paris-New York, sino es un polizón más costero, más naval.
Ahora, con personajes fuera del contexto del Caribe colombiano, ¿cómo hacerlos creíbles dentro de una ficción como la de Gabo? Lo digo por Melquiades.
Hay documentación de los gitanos en Perú y Colombia. Nosotros intentamos no hacerlos tan desarrapados, porque la documentación sí habla de gente con ropa muy deshecha, pero creo que la virtud de Melquiades en la obra es traer la ciencia y el conocimiento a Macondo.
Entonces, además que la descripción del libro sobre Melquiades, pues, es muy grandilocuente. Hicimos así, un Melquiades diferente, pero natural al pueblo. Los gitanos son los que traen el terciopelo, que además también es, pues, un material muy europeo.
Es por eso que el chaleco de Melquiades tiene unos decorados que nosotros hicimos manualmente con hojas, pero además, Melquiades tiene palabras en sánscrito en la camisa. Claro, hay detalles que no se ven, pero tienen, por ejemplo, símbolos alquímicos. Es así como intentamos que los personajes dialogan sin verse ajenos al espacio.
¿Cómo lograr ese desgaste cotidiano del vestuario, esa patina, tan clave en un contexto hostil como el de la colonización de tierras en el siglo XIX en Colombia?
Nosotros tenemos un pequeño departamento dentro del departamento de vestuario y hacemos procesos textiles sobre toda la ropa. Entonces, toda la ropa tiene pátinas y tenemos también una paleta de color para las mismas. Ahora bien: el suelo de Macondo es de arena, entonces todos los filos de todas las faldas la tienen, porque eso era lo usual de la época. Las mujeres que caminaban, pues, tenían los filos de las faldas sucios. Hay sudores, las camisas no son blancas.
De hecho, tenemos varios tonos de blancos cálidos y fríos. Esto ha sido todo un desarrollo textil que también ha oscilado entre tinturas y aplicaciones externas: aerógrafo, compresor, pátinas de sobreponer aceites.
Por otro lado, en este trabajo diferenciamos las clases sociales. Pero justo, cuando llega la guerra civil, se verá más suciedad y transpiración. Es un reto que hemos asumido y se ve muy real.
La guerra civil marca la novela. La serie. ¿cómo fue crear esos uniformes?
La Guerra de los Mil Días está súper documentada en Colombia. Pero eso era un era una mezcla enorme, porque se podían hacer uniformes azules, azules con rojo, azules con verde, azules con café etc. Nosotros decidimos hacer todos los uniformes azules, y quienes pertenecían al bando de Aureliano, que estuviesen de civiles.
Esto, para generar una división de bandos, porque la documentación dice que incluso los guerrilleros liberales robaban prendas a los contrarios. Así que decidimos separarlos conceptualmente y así desarrollamos los uniformes a través de esta investigación tan interesante. También hemos tomado decisiones específicas pero para ayudar a la narrativa.
Moda y Macondo: una historia que continúa
La moda colombiana ha tomado inspiración para colecciones y relatos desde el universo garcíamarquiano. Silvia Tcherassi lanzó en 2016, a través de volados y estampación digital, la colección ‘Las mujeres de Macondo’, donde se inspiró en elementos del Caribe y retratos de aquellas mujeres que enmarcan los personajes que creó el escritor de Aracataca para mostrar su visión ensoñadora y nostálgica de su universo.
Por su parte, Juan Pablo Socarrás -quien conoció al escritor- tiene dentro de su línea creativa las historias de su familia y el Caribe para varias de sus colecciones. De hecho, la abeja broche de su marca representa a una parienta suya, con historias de migración, como las del Caribe.
Asimismo, hay marcas como Artesanos de Macondo que hacen los pescados de oro de Aureliano Buendia y Johanna Ortiz ha tomado muchos elementos de este Caribe ensoñador que se ven en personajes de ‘Encanto’ como Isabella Madrigal.
La película de Disney también toma mucho del mundo de Cien Años de Soledad para la construcción del vestuario de sus personajes, aunque ellos sí integran varias regiones de Colombia en el proceso.