Hace 29 años nació Luis Carmen Guevara Venegas, quien es reconocido en todo México y Latinoamérica como Wendy Guevara, una mujer transgénero que saltó a la fama en el 2016, cuando grabó un video en el que ella y sus amigas Paola Suárez y Kimberly Irene, contaron que estaban perdidas en un cerro, material que se viralizó rápidamente y fue el inicio de una vida de felicidad y abundancia.
Hoy es la ganadora de cuatro millones de pesos mexicanos por conquistar el primer lugar en el programa de realidad “La Casa de los Famosos México”. A los dos años empezaron sus desgracias, cuando fue arrollada y permaneció seis meses hospitalizada y la recuperación total le tomó dos años.
Luego, a los ocho años fue violada por un albañil que trabajó al fondo de la casa de su tía. Desde pequeña fue víctima de acoso escolar porque era afeminada. Mientras que en casa veía a diario cómo su padre golpeaba salvajemente a su mamá, Wendy también recibía fuertes palizas por su padre, a quien calificó como alcohólico y drogadicto en su vida pasada.
La creadora de contenido manifestó durante su estadía en ‘La Casa de Los Famosos’ que se maquillaba en la calle y antes de llegar a su casa se desmaquillaba, pero como a veces no lo hacía bien, pues su familia se daba cuenta. Siempre lo negó, principalmente por temor a su padre y la violencia que ejercía contra ella.
¿Cómo superó tanta desgracia en su corta vida?
Para Wendy, dejar todo el dolor en el pasado no fue nada fácil, pero consiguió estar en paz con ella y que su propia familia también entrara en un proceso de remisión, que les permitió perdonarse por tantos estragos causado por los vicios, los miedos y los traumas.
Durante el reality, Guevara confesó cómo logró dejar atrás tanto sufrimiento. La aceptación fue la clave. “Mi papá era alcohólico. Y yo crecí y decía: no voy a odiar al mundo por mi papá porque yo sabía que tenía un vicio y que no lo podía controlar y porque desde su niñez vivió algo fuerte con sus papás: golpes, alcoholismo. Yo no soy nadie para juzgar a mi papá y lo amo”, confesó la influencer oriunda de Guanajuato.
También acotó: “Mi papá cambió mucho y no lo voy a juzgar por lo que hizo porque ya no me duele, sabía que él estaba mal”. Ella narró los demonios con los que su progenitor luchó desde los 11 años, ya que a esa edad su propio padre lo sumergió en el mundo del licor, también lo golpeaba, para finalmente verlo morir en sus brazos producto de una cirrosis hepática.
Wendy aseveró que comenzó a hacerse la sorda del constante acoso que vivía por su orientación sexual cuando sus padres finalmente la aceptaron como mujer: “Yo fui creciendo y me comencé a trasvestir, yo me drogaba, me pasaba dos días fuera de la casa. (...) Él (su papá) estuvo en un grupo (de Alcohólicos Anónimos) me pidió perdón, me dijo que no quería vivir y yo dije por eso es que tiene una historia y por eso maltrataba y tenía traumas y después de que me aceptó así. Olvidé todo.”, confesó a Nicola Porcella y otro de los participantes.
Este perdón y aceptación fue el comienzo de una vida más equilibrada para la influencer.