Recientemente Verónica Castro dio una entrevista en la que habló sobre sus inicios, plagados de dificultades económicas para su familia que no le hicieron fácil el ascenso al éxito.
Pese a lo que muchos puedan pensar, la mexicana no salió de un entorno favorecido, aunque a corta edad comenzó a ganar experiencia frente a las pantallas.
En la charla reseñada por Milenio, la artista de 69 años reveló que durante su niñez vivió en un pequeño cuarto junto a sus tres hermanos y su mamá, la cual era una habitación de servicio.
Recordó que su familia atravesaba muchas dificultades económicas, por lo que su mamá trabajaba todo el día y a ella tenía que cuidar de sus hermanos. Por eso, durante mucho tiempo tampoco pudo estudiar.
“Trabajaba mi mamá y nos dejaba encerrados hasta con llave para que no se fuera a salir ningún escuincle y yo tenía que hacerla prácticamente de mamá de mis hermanos”, agregó.
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Verónica Castro y su ascenso al éxito
Sin embargo, el gran punto de inflexión en su vida fue cuando a los 14 años recibió una beca para formarse al lado del actor, Andrés Soler.
“Me dan la beca y ahí es donde empieza... A los 14 años, pues se me presenta este señor y le digo: ‘quiero ser artista, deme por favor la beca’ y me la dieron, entonces le digo: ‘quiero que sea mi padrino’, este señor pobrecito lo puse, es el licenciado Pedro Luis Bartilotti, que es un divino”, dijo.
Fue entonces cuando, a la par de su bachillerato, inició en las fotonovelas y después se unió al ballet de Televisa. Ya para 1975 trabajó con el conductor de televisión Paco Malgesto en el programa Buenas tardes, buena suerte y tuvo su primera intervención en una telenovela. Lo demás es historia.
