Meghan Markle sorprendió a todos con un ingenioso video en su cumpleaños #40. Junto a la actriz Melissa McCarthy, la ex royal lanzó una iniciativa llamada 40×40, con el fin de ayudar a mujeres que quieran reincorporarse al mercado laboral tras los estragos de la pandemia.
Markle mostró un poco de su hogar en Montecito, California, donde ahora reside junto al príncipe Harry. Pero lo que llamó la atención de todos, fue la transformación que ha tenido después de haber estado envuelta en escándalos con la Familia Real.
Sin duda, alejarse del drama le ha venido de maravilla y con el nacimiento de su hija Lilibet Diana, su rostro refleja una gran alegría.
La Duquesa de Sussex se ve más fresca y renovada. Sus ojos reflejan una mayor tranquilidad y pareciera haber recuperado la confianza que perdió estando entre los miembros de la realeza británica.
No más drama ni escándalos armados
A principios de 2020, Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron de forma repentina que se apartarían de sus deberes como parte de la familia real para trabajar externamente y buscar autonomía financiera, dejando boquiabierto al mundo entero.
Lejos de tomarse como una acción valiente por parte de ambos, fue algo muy criticado por la forma en la que se dieron las cosas y las implicaciones que arrastraría.
Meghan terminó siendo blanco de las críticas más crueles pues fue señalada por no haberse podido adaptar a las reglas y poner a Harry en problemas. “Lo que Meghan quiere, Meghan lo consigue”, fueron las palabras del periodista británico Piers Morgan, quien la culpó insistentemente de lo sucedido.
El sufrimiento de Meghan era real, entre señalamientos por su pasado como actriz y por sus orígenes. También con su embarazo llegaron varias críticas por su aspecto descuidado pero ella nunca tambaleó y siguió soportando.
La decisión definitiva de Meghan
La gota que derramó el vaso fue cuando comenzaron los ataques hacia su hijo Archie.
Durante la entrevista que ofrecieron con la presentadora Oprah en marzo, Meghan reveló que había conversaciones racistas en torno a “qué aspecto iban a tener los hijos de Harry” ya que ella es mestiza y con raíces afroamericanas. También aseguró que cuando estaba embarazada se enteró de que la Casa Real no quería que su hijo fuera un príncipe ni que recibiera ningún tipo de seguridad.
El escándalo siempre ha rodeado a las mujeres de la realeza pero mucho de esto ha sido provocado o armado por la prensa sensacionalista que sólo busca vender. La rivalidad con Kate Middleton, según reveló Meghan, siempre fue armada, como si se tratase de una forma de diversión que dejó jugosas cantidades de dinero.
Meghan ha recuperado su vida y Harry, sus hijos y sus proyectos personales han sido uno de sus pilares principales.
Ahora puede tener más privacidad con lo que trata de evitar los chismes, las envidias y todo ese drama que nadie necesita.
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