A principios del año pasado, el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, renunciaron oficialmente a los títulos reales. Ambos aseguraron su independencia económica con acuerdos millonarios con Spotify y Netflix. Todo ello nos lleva a preguntarnos ¿de qué vivió Lady Di tras separarse de la corona británica?
La princesa Diana y el príncipe Carlos se separaron en 1996. Dejar de disfrutar de los beneficios de ser mantenida por su título real fue uno de los aspectos que Diana también tomó en cuenta. Ella ya se había asegurado de no tener ningún apuro económico después. Obviamente, no tenía ni idea de que su vida llegaría a su fin tan prematuramente.
Cuando Diana Spencer falleció en el aquel accidente automovilístico en París, en agosto de 1997, tenía apenas 36 años. No era miembro de la realeza, pero tampoco estaban en la ruina por eso. Su patrimonio se valoraba en unos US$ 22 millones.
¿De qué vivió Lady Di tras separarse de la realeza?
Geoffrey Bignell, quien era el responsable de asuntos financieros de Carlos en los noventa, fue también quien se encargó de negociar los términos económicos de la disolución del matrimonio.
Bignell declaró al diario inglés The Telegraph que el heredero de la corona británica tuvo que vender toda su cartera de inversiones para solventar los gastos de la ruptura.
“La princesa Diana se quedó con cada centavo que tenía. Me pidieron que liquidara todo para que pudiera tener efectivo. Estaba muy inconforme por eso”, dijo.
Carlos tuvo que pedirle dinero su madre
Aunque el príncipe Carlos gana cerca de US$ 15 millones anuales por el ducado de Cornwall, no está autorizado para vender la propiedad. Así que tampoco tenía fondos suficientes para financiar sus gastos. Se sabe que, incluso, tuvo que pedirle un préstamo ala reina Isabel para hacer frente al trámite.
“Entonces dejé de ser su asesor financiero porque no le quedaba riqueza personal”, aseguró la fuente.
Además, las condiciones del divorcio fueron más allá: se estableció un pago anual de poco más de medio millón de dólares y a Diana se le permitió mantener su departamento en el Kensington Palace, como “hogar para la princesa y sus dos hijos”. Esto representó un ahorro importante en vivienda, considerando que Londres es una de las ciudades más caras del mundo para vivir.
Las joyas de Lady Di
A todo lo anterior descrito, habría que sumar el hecho de que Lady Di conservó todas las joyas acumuladas durante su matrimonio a excepción de la tiara del nudo de Cambridge Lover que la reina le obsequió como regalo de bodas y que Diana solo lució en una ocasión. La pieza regresó a manos de Isabel II, quien luego se la prestó a Kate Middleton, duquesa de Cambridge en 2015 y 2016.
Entre la colección de joyas con las que contaba la princesa Diana se incluyen anillos, tiaras y collares de perlas, diamantes, esmeraldas y zafiros.
Cuando Diana abandonó la casa real británica, su estado financiero no solo era próspero. Además de todo el dinero que obtuvo con el divorcio y las joyas que conservó, había adquirido más fama que cualquier otro miembro de la realeza. Esto se convirtió en ganancias que más tarde destinó a las causas humanitarias en las que constantemente estaba involucrada.
Diana no murió en la ruina y su fortuna fue repartida entre sus hijos. Por ello también actualmente, los duques de Sussex tendrían menos motivos para preocuparse por su estabilidad económica.
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