Después de varios meses fuera de la realeza siguen apareciendo más y más hechos que presuntamente habrían debilitado la aceptación de Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, dentro de la monarquía británica.
Según Quién, uno de esos momentos justamente aconteció en la boda de la princesa Eugenia, nieta de la reina Isabel II, con Jacks Brooksbank el pasado 12 de octubre de 2018 en Windsor.
En esa ocasión, provocaron una gran incomodidad dentro de la familia real al decidir anunciar en paralelo que estaban esperando a su primogénito, Archie, acaparando la atención de todos en el evento.
Esto fue revelado por los periodistas Dylan Howard y Andy Tillett en su nuevo libro Royals At War, quienes agregaron que supuestamente Harry se sintió avergonzado por la actitud que tomó Meghan Markle de comentarlo en el peor momento posible, conforme con el mismo medio.
Asimismo, el disgusto se propagó a otros familiares más allegados a la princesa como su madre, Sarah Ferguson, que se encontraba furiosa por tal motivo.
“Aquello fue un error garrafal, incluso sin ser royal. Nadie entendía por qué Meghan decidió robar así el protagonismo a Eugenia”, explicó el texto.
Sin embargo, eso quedó únicamente en la intimidad de los presentes en aquel lugar puesto que aguardaron a tres días después para hacer el anuncio oficial que sacudió a todo el mundo por la llegada del primer hijo de la pareja, exactamente el 15 de octubre de 2018, antes de una gira por Nueva Zelanda.
De hecho, la misma fuente asegura que Ferguson permaneció molesta por eso, cuestión que se pudo comprobar el mismo día del comunicado por la llegada de Archie ya que solo agradeció en redes sociales a la diseñadora del vestido de Eugenia y no tuvo palabras para sus familiares por tan buena noticia.
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