La serie que retrata la vida de Lupita D’Alessio, Hoy voy a cambiar, ha vuelto a causar gran revuelo entre los curiosos de la farándula.
La «Leona Dormida» sin duda posee una de las voces más privilegiadas de México, con una pasión para interpretar como pocas. Sin embargo, detrás de esa mujer libre e independiente que refleja en sus canciones, existe un gran sufrimiento.
Su matrimonio con el también cantante y actor Jorge Vargas la llevó a pasar momentos amargos. La intérprete de «Mudanzas» apenas tenía 17 años y se encontraba en el mejor momento de su carrera cuando unió su vida al también cantante y actor. Estaba muy enamorada y dispuesta a formar una familia con él. Sin el consentimiento de sus padres se casó con él en 1971.
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En la bioserie se reveló que Lupita tuvo a su primer hijo con Vargas pero falleció a los 28 días de nacido debido a una infección. La intérprete tuvo que aprender a manejar el dolor sola pues tenía que seguir cumpliendo las exigencias del espectáculo, además de lidiar con la dureza de su padre.
Su carrera como actriz
Tras la muerte del pequeño, Lupita se dio un descanso de la música pero pronto llegaron muchas oportunidade que se convirtieron en su refugio. Además, el productor Ernesto Alonso, tío de Jorge Vargas , le abrió las puertas en la televisión.
La carrera como actriz de Lupita no fue tan intensa como lo fue en la música pero tenía el cariño del público. En 1973 Ernesto Alonso le ofreció un pequeño papel en la telenovela Cartas sin destino, protagonizada por el mismo Alonso, Jacqueline Andere y José Alonso.
En 1974 fue nuevamente incluida por Alonso, en la telenovela Ana del aire, con Angélica María. En 1975 participó en Paloma protagonizada por Ofelia Medina y Andrés García.
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El éxito internacional
Lupita D’Alessio logró grandes éxitos de la mano de Danny Schatz, su nueva representante.
En 1978, Raúl Velasco insistió que participara en la edición de ese año del Festival de la OTI, en Santiago de Chile. Querían igualar o superar el triunfo que José José tuvo en ediciones anteriores.
A pesar de que se llevó el tercer lugar, de esa edición del festival internacional fue la única que hizo una brillante carrera llena de éxitos. Se había separado de Jorge Vargas y el tema, el arreglo y la extraordinaria interpretación le quedaron «como anillo al dedo».
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