En 2010 aquel chico de 16 años con su cabello castaño, su cara tierna y voz angelical enloqueció al mundo entero con su tema “Baby”. Justin Bieber saltó a la fama, de la mano del cantante Usher, para lograr un éxito que ni él mismo imaginaba que iba a tener.
Pasó de ser un joven común, que publicaba sus videos en YouTube, a ser el chico más deseado por artistas, chicas y fans.
Poco a poco, la imagen tierna del canadiense fue cambiando a medida que su carrera evolucionaba y se fue transformando en el chico malo, con tatuajes, cuerpo sexy y cabello rubio, enloqueciendo aún más a sus fanáticas.
Bieber, quien tiene más influencia en sus redes sociales que el expresidente Barack Obama o el Dalái Lama, con casi 100 mil millones de seguidores, tiene el amor y apoyo de las “beliebers” sus fans que se bautizaron de esa manera.
Según la periodista Cathleen Falsani la música de Bieber “da a las fanes femeninas una forma no sólo de fantasear de forma romántica y sexual con él, sino para labrarse diferentes versiones subversivas de la heterosexualidad”.
Bieber tiene una larga lista de romances en su historia, pero sin duda la relación que ha sido más polémica en la vida del cantante ha sido con la actriz Selena Gomez, con la que ha terminado y regresado en varias oportunidades.
Bieber siempre deleita a sus fanáticas con las sexys fotografías que publica en su Instagram en las que aparece sin franela o muestra sus numerosos tatuajes. Las imágenes logran de 4 a 7 millones de likes.
