Emily Carr
Emily Carr fue una pintora y escritora canadiense nacida en Victoria, British Columbia, en el año de 1871. Las mujeres que en estas época lograban hacer una diferencia son dignas de ser admiradas, ya que eran pocas quienes lo conseguían.
Esto dado que las mujeres eran vistas como objetos dedicados meramente a la maternidad y sin la capacidad intelectual adecuada para estudiar y mucho menos se consideraban capaces de crear obras de arte.
Carr se destacó al ser una de las primeras artistas en intentar captar el espíritu de Canadá en un estilo moderno.
Su padre estímulo sus inclinaciones artísticas, pero fue hasta su muerte en 1991 que ella comenzó a tomarlo en serio.
Esto la llevó a convertirse en un icono canadiense, según la propia Enciclopedia del país. Fue una artista que sorprendió por su originalidad y fortaleza el indagar en un tema que no había sido explorado hasta el momento.
También es distintivo que comenzó su trabajo a los 57 años. Fue una mujer que contra todo pronostico tuvo un gran éxito viviendo en una sociedad que relegaba al género femenino y quien era poco atrevida en el ámbito artístico. Emily Carr se convirtió en un parteaguas para todas las mujeres posteriores a ellas, y un referente en cuanto al movimiento de la mujer.
Sus estudios
Emily Carr se mudó a San Francisco en 1890 para estudiar lo que apasionaba su alma, el arte. Esto después que sus madres murieran, algo que solamente la motivó a seguir adelante.
En 1899 viajó a Inglaterra para profundizar en sus estudios, pasó un tiempo en Westminster School of Art in London, que la fueron preparando más y más para en el mundo artístico.
Los temas que trataba Emily Carr
Lo que más trataba la pintora fueron los nativos y la naturaleza de Canadá. Sentía cierta atracción por los totems nativos situados en la profundidad del bosque o las aldeas nativas abandonadas según un artículo de Canadian Encyclopedia.
Se inspiró fuertemente por los pueblos indígenas de la costa noroeste del Pacífico. Su estilo se destaca por ser modernista y postimpresionista, por ello fue que sorprendió tanto en su época.
No recibió un reconocimiento generalizado por su trabajo hasta el final de su vida, pero ella continuó trabajando.