Sandra Weil ha hecho un trabajo juicioso en la última década consolidando su arquitectura femenina a través de la sutileza de las texturas. Esto la ha consolidado en plataformas como Mercedes Benz México Fashion Week durante muchos años. Y estuvo a Colombia, una de la más fuertes plataformas de la región, a mostrar su consolidación y evolución.
Esto, en el cierre de Colombiamoda 2024, que volvió de nuevo la mirada hacia diseñadores internacionales luego de una década. Weil presentó Kintsugi, inspirada en la cultura japonesa, y donde muestra su maestría con las piezas.
Envolvencias delicadas, sobrepuestas, experimentando con texturas que se basan en esas reminiscencias a la técnica y una combinación de materiales exquisitos donde construye volumen y meticulosidad para crear una mirada de lo femenino más compleja.
Nueva Mujer Colombia habló con la creadora a propósito de la pasarela, y cuya colección se encuentra en la tienda multimarca de lujo latinoamericano más grande de Latinoamérica: MALVA.
-Que es el Kintsugi?
Es el arte japonés de reconstruir la porcelana con oro, lo cual hace que el resultado sea más elevado que incluso el original. Entonces, ese concepto es el que cuenta la historia de esta colección, donde hemos hecho un paralelo a través de la ropa y las costuras con este arte.
-¿Y en qué se diferencia esta colección específica de lo que has hecho ahora?
Creo que guarda en la marca que tiene que ver con un espíritu ecléctico, de conectar con la energía femenina, con las siluetas femeninas.
Sin embargo, cada colección cuenta otra historia y esta en particular es un viaje personal de reconstrucción, de muchos cambios, de unos años como de mucha regeneración. Y también es como un statement de que estoy en otro lugar y con un valor más alto en mi carrera.
-¿Qué materiales exploraste en esta colección y con el concepto de Kintsugi?
Esta colección es muy divertida, porque tiene una mezcla de texturas muy interesantes que van desde el denim, los jeans, hasta sedas, por ejemplo .
También hay tejidos hechos en Perú con alpaca, hay algodones y hay unos brocados hermosísimos franceses. Es decir, es una mezcla de miles de cosas en collage muy interesante.
-Y en cuanto a siluetas, ¿cómo las definiste en esta colección?
Yo creo que la silueta que caracteriza a la marca sin duda es una silueta muy femenina en el sentido que remarca mucho la cintura.
Sin embargo, también hay muchos maxipantalones, maxifaldas, suéteres como holgados, mucho oversize también. Y bueno, sin duda nuestros bustiers que son ya icónicos.
-Y, para terminar, ¿cómo ha sido el desafío de mezclar este concepto japonés con el ADN de la marca?
Ha sido más que nada la inspiración y el punto de partida, ha sido como agarrarlos de un lugar poético y conceptual que ha inspirado todo el resto del desarrollo.
Crítica de algunas de las pasarelas más destacadas de Colombiamoda 2024
Andrés Otálora
Si bien es un hito histórico hacer una pasarela en un túnel construyéndose y no hay nada qué reprochar en cuanto a la puesta en escena y la excelente colección, valdría la pena preguntarse por qué un concepto tan caribeño es encerrado metros bajo tierra y sobre su simbolismo.
¿Era necesario meter a todo el gremio de moda latinoamericano bajo la montaña, en un túnel con filtraciones y en una pasarela no apta para claustrofóbicos? Si bien la colección fue sin duda superior, como siempre se ve con Otálora, la experiencia para algunos asistentes fue fatal: no bastó con recrear un desierto cuando solo se pensaba salir lo más rápido posible de allí.
Otálora merecía un lugar más emblemático y que hiciera justicia a su relato Caribe de lujo, aunque en términos simbólicos, la pasarela obece a esa representación histórica y ambiciosa de elevar a Colombiamoda al nivel de las semanas de moda del norte global.
Mujeres Cambiando la Moda
El Banco de Bogotá se puso la 10 con el empoderamiento, que no es una palabra vacía. Es acompañar a mujeres de todos los orígenes en una convocatoria que genera verdadera inclusión social. Marcas como Selva y Flora inspiraron con su pintura sobre tela y upcycling.
Vattea, con sus técnicas impresionantes aplicadas en joyería. Matergea, vegano, sostenibles y sofisticados. Sin duda, una pasarela imperdible.
Colegiatura Colombiana de Diseño
Lo más interesante de Colombiamoda- y de la moda colombiana en general- siempre ocurrirá fuera de su sistema. Ese que premia a las mismas voces hegemónicas, privilegiadas. Predecibles y sin sustancia.
Y en medio de un mar de eventos que son más bien odas al ego sin fin de sus protagonistas, las colecciones de los estudiantes de la Colegiatura dan fe de que siempre existirán diseñadores fieles a sí mismos, arriesgados, que buscan infinitas exploraciones en el cuerpo, la arquitectura, la geometría, lo político, social (y en esto también incluimos a la institución Pascual Bravo, así como la UPB).
Camilo Álvarez, diseñador consolidado y parte de esa institución y ya de Inexmoda, tuvo un regreso triunfal con un minimalismo más estructurado y propositivo. Una de las mejores pasarelas de la feria.
Beatriz Camacho x Bronzini
Era necesaria, sí, la sofisticación de Camacho para una marca que ha sabido encausarse en el comfort luxury. Y los estampados de Camacho y sus múltiples lecturas sobre Cuba demuestran que son posibles otros relatos del Caribe dentro de la moda colombiana.
Faride Ramos x Alma Rosa
Lejos del relato lastimero de las mujeres con cáncer, Ramos le da la vuelta al enérgico ritmo de los Pet Shop Boys, con construcciones en dénim y de sastrería que juegan ingeniosamente con el ícono que implica la parte de prevención del cáncer de mama a través de bordados desenfadados y otros más complejos.
Una pasarela que se aleja de la cursilería: Faride pone a desfilar a pacientes con sus trajes rosa, con dignidad, elegancia y energía, lejos del relato condenatorio de la enfermedad, y también a modelos diversas. Todo un cambio de relato que llega al alma a través de piezas deseables, accesibles y con un mensaje profundo de esperanza.