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Caso Debanhi: el hartazgo frente a la desinformación y las coberturas machistas

El manejo que se le ha dado al caso de Debanhi Escobar ha sido indignante

A casi un mes de la desaparición de Debanhi Escobar, las noticias no paran y es que con el paso de los días, surgen nuevas “evidencias” que terminan por causar más confusión y escepticismo.

El caso ha tomado dimensiones inesperadas debido a la exposición que ha tenido sin embargo, tener tantos canales de comunicación se ha convertido en un arma de doble filo.

Desde el día que comenzó a circular la última fotografía de Debanhi en la que aparece en medio de la carretera a Nuevo Laredo, internautas intentaron descifrar su paradero. Mario Escobar padre de la joven, inició una movilización en redes sociales con la que llamó la atención de la ciudadanía.

El caso de Debanhi “no es una moda” ni tampoco algo que debamos romantizar

Fue también cuando un famoso Youtuber comenzó a hacer una cobertura para su canal personal, grabando la zona alrededor de dicha fotografía y asegurando estar en contacto directo con la familia.

Si bien esto impulsó que se hiciera ruido con el caso, terminó siendo una cobertura al más puro estilo de reality show en el que lo más importante eran las vistas en su canal. De ahí, supuestos médiums y videntes hicieron sus propios videos en los que hablaron de las “visiones” que tenían de Debanhi. Muchos de ellos incluso aseguraron que tenían que buscar el cuerpo “en agua”.

Colectivas feministas y grupos de familiares de personas desaparecidas buscaban a Debanhi entre los matorrales y terrenos baldíos. Mientras tanto, internautas hicieron sus propios esfuerzos para entender el caso pero sobretodo para exigirle a las autoridades que hicieran su trabajo.

Las similitudes del caso de Debanhi Escobar con otros que han llamado la atención

Es aquí cuando comenzó a verse reflejada la desinformación en los medios ya que muchos retomaron (y siguen retomando) las teorías y suposiciones publicadas por usuarios de redes sociales, generando más confusión y dudas acerca del caso.

La indignación de todos estalló cuando el cuerpo fue encontrado el 21 de abril en una cisterna del Motel Nueva Castilla, a unos pasos de donde fue fotografiada y lugar que presuntamente ya habían revisado.

Las conclusiones de la Fiscalía fueron confusas y contradictorias pues mientras que primero se decía que había signos de violencia, después resultó haber caído “por accidente”.

Entre el bombardeo informativo, se dio a conocer el despido de miembros de la Fiscalía de Justicia de Nuevo León, además de nuevas líneas de investigación a partir de una serie de videos de cámaras de seguridad que habían sido filtrados.

Algunos medios de comunicación sólo se han dedicado a revictimizar a Debanhi, cuestionando qué hacía “en un lugar como ese” y “a esas horas”.

Además, le dieron espacio a las supuestas amigas que salieron con ella esa noche y al “contacto de confianza” que le tomó la fotografía. En sus testimonios dejaron a Debanhi como una mujer conflictiva que estaba en mal estado, lo que fue replicado por los mismos medios.

En el noticiero de Azucena Uresti señalaron a la joven por tener “algo en su bolso”, que no mencionarían “por respeto”, lo que indignó a usuarios.

Tras circular una supuesta conversación de Whatsapp entre Debanhi y las amigas, en algunos medios se afirmó que la joven habría sido víctima de “narco juniors”, que había un sujeto conocido como “El Jaguar” que supuestamente se la llevó y que el dueño del motel Nueva Castilla era el ex alcalde del municipio de Escobedo, Abel Guerra.

Esto ultimo fue desmentido por él mismo pues comparitó un documento oficial del Registro Público de la Propiedad y del Comercio en el que se lee que “la empresa propietaria es una cadena de moteles establecidos en todo el país y su principal accionista es de origen español”.

¿Qué es lo que debemos hacer para dejar de caer en desinformación y coberturas machistas?

Estamos en una era en la que la información nos llega de forma constante e inmediata por múltiples canales al mismo tiempo por lo que debemos aprender a filtrar y manejarlo con perspectiva de género.

En días recientes, la Asamblea Feminista de Nuevo León, señaló a los medios de comunicación por su falta de perspectiva de género o el respeto a las víctimas.

La sociedad está enojada frente a la incompetencia de las autoridades pero también ha demostrado una gran insensibilidad. La intención de viralizar un caso como este y hacer ruido para ejercer presión está bien pero no hay que anteponer la necesidad de obtener un like o el reconocimiento masivo.

No debemos normalizar el despertar todos los días con noticias de desapariciones forzadas de mujeres, agresiones, ataques sexuales y feminicidios. Las listas de víctimas seguirán sumando nombres y en un país donde impera la impunidad, la desinformación y la revictimización son cómplices.

Debanhi y todas las mujeres que son víctimas de violencia, merecen que sus casos sean tratados con verificación de datos, respeto y perspectiva de género, no como una moda.

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