Actualidad

Es momento de dejar de insultarnos por nuestro color de piel o de donde venimos

Una pareja de argentinos, residentes en México agredieron a unos trabajadores de limpieza en la colonia Condesa, ubicada en la Ciudad de México. Ambos estaban exigiendo que se podara un árbol «para evitar accidentes» sin embargo, las cosas escalaron a un nivel más agresivo cuando los trabajadores se negaron a hacerlo

En los videos que circulan en redes sociales se escucha que el hombre los llama «ignorantes», mientras que la mujer se dirige a la trabajadora llamándola «india». Después el hombre se acerca y le da un golpe a la mujer que está grabando para que deje de hacerlo.

Los internautas de inmediato catalogaron a la mujer como #LadyArgentina y reprobaron la conducta de ambos. Otros abrieron debate sobre aplicar el artículo 33º de la Constitución Mexicana, el cual habla sobre la expulsión de extranjeros del territorio mexicano.

Sin embargo, más allá de la opinión en redes, situaciones como ésta solo nos ponen a pensar en los prejuicios que existen en el mundo por el color de piel. Llamar a una persona «india» no te hace superior. Una «india» no es inferior. 

TAMBIÉN LEE: Tolerar el racismo es racismo y es momento de parar

La pandemia de coronavirus no termina el odio que se vive en el mundo. Lo hemos visto con los casos de violencia en contra de las mujeres, los niños o los adultos mayores. De ahí, el odio se ha visto reflejado en los diferentes sectores de la sociedad para también pasar a una cuestión de guerra entre razas. Al final, «pierden» todos aquellos que son vulnerables frente a quienes de una u otra manera son «los privilegiados». 

El racismo se entiende mejor como un problema sistémico que es unidireccional. donde los blancos son privilegiados. Esto ha sido parte de nuestra historia y lo que nos ha construido como sociedad. Los blancos siempre han sido los colonizadores, los aprovechan su privilegio para dominar sobre el resto.

El racismo ha existido siempre pero eso no quiere decir que debamos aceptarlo. Negarlo, tolerarlo o minimizarlo es seguir tejiendo esa red de odio que tanto nos contamina como sociedad.

TAMBIÉN LEE: Se cumplió un año del ataque con ácido a la saxofonista oaxaqueña y aún no hay justicia

Te recomendamos en video

This browser does not support the video element.

 

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último