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Abuelo llegó como migrante y hoy su nieto estudia doctorado en la universidad que él limpiaba

Las historias de cada migrante que llega a Estados Unidos con la meta de alcanzar sus más grandes sueños no dejan de impresionar.

Este abuelo llegó a Estados Unidos como inmigrante limpiando en una universidad donde ahora, gracias a sus esfuerzos, su nieto estudia un doctorado

Como millones de personas en el mundo, José Prado llegó de migrante a Estados Unidos. Vino de Michoacán con apenas 20 años, pero muchos sueños y lleno de esperanzas. Actualmente, el abuelo de 94 años ve con orgullo cómo su nieto estudia un doctorado en la misma universidad donde él más de 40 años antes trabajaba como obrero de limpieza.

Esta historia comenzó en 1950, José Padro, un joven de poco más de 20 años entonces, decidió dejar los campos de Michoacán y aventurar en busca de un futuro mejor. Cruzó la frontera entre México y Estados Unidos como lo que llaman un “bracero”. Así se le dice a la gente que deja la agricultura en el país latino para buscar nuevos horizontes en USA.

Un migrante en el país de las oportunidades

Como se dice, Estados Unidos es el país de las oportunidades, pero casi siempre esas oportunidades vienen de abajo para un migrante. Así que José Prado consiguió trabajo como como intendente de los laboratorios de la Universidad de Stanford, en California, luego de probar por un tiempo cultivar plantas en la misma California.

En la universidad se encargaba de la limpieza de los laboratorios de la Universidad de Stanford, sin pensar que décadas después un nieto suyo pisaría la misma universidad, pero como científico y a estudiar un doctorado.

Como obrero de la reconocida casa de estudios, el migrante José Prado vivió muchas experiencias que hoy parecen divertidas, pero que en su momento le causaron mucha pena. Una vez botó un ratón que un científico había diseccionado pensando que ya no era de utilidad y resulta que estaba en pleno experimento. En otra oportunidad, por su bajo dominio del inglés, entró en la puerta de un salón que decía “Radioactivity”. Tuvo que ser bañado y se le llamó fuertemente la atención.

Pero su arduo trabajo dio resultados. Logró sacar a flote a su familia como migrante y darles un estilo de vida mejor al que estaban destinados.

Daniel José Navarrete Prado, su nieto, cuenta las anécdotas emocionado porque él ahora hace experimentos en los mismos laboratorio en los que su abuelo trabajó limpiando.

“Me siento muy orgulloso y tengo que decir que mucho de lo que he logrado es gracias a mis padres y a mi abuelo, quien fue el primero de mi familia que vino a Estados Unidos. Si no fuera por él tal vez yo habría crecido en Aguililla (Michoacán) sin tantos recursos”, dijo el joven en una entrevista con Univision Noticias.

El nieto también es un ejemplo para la familia

Daniel José tiene 22 años es un ejemplo para la familia. Obtuvo el título de microbiología en la Universidad de Princeton y su interés por las ciencias lo llevó a iniciar el doctorado en la Escuela de Medicina de Srtanford.

El joven es un ejemplo para la familia del abuelo migrante. Su hermano mayor estudió en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Ese era el futuro que quería su abuelo migrante quien apenas pudo estudiar la primeraia, mientras que los pasdres de José Daniel llegaron apenas a la secundaria.

“Le contamos cuando decidí estudiar en Stanford y me dijo que estaba muy orgulloso. Me dijo que jamás conoció a un científico en México y que estaba muy contento de que el primero que conoce es su nieto”, expuso a los medios y con mucha satisfacción Daniel José a sobre su abuelo a quien la vida le ha dejado  ver que su esfuerzo como migrante ha dado buenos frutos.

 

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