En las últimas semanas el tema de la violencia de género ha tomado gran fuerza debido a la impunidad que existe en México para asesinos, secuestradores y violadores.
México se ha convertido en un lugar cada vez más hostil para ser mujer, con altos índices de violencia e inseguridad. Las leyes mexicanas el abuso sexual de niñas, niños y adolescentes no está tipificado como delito grave, es difícil de probar y prescribe a los pocos años, lo que ha provocado que los casos vayan en aumento.
Por sorprendente que parezca -o no- los agresores más peligrosos se encuentran en la familia, pues son los tíos y primos los principales violadores de niñas.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH) al menos 4.4 millones de mujeres de entre 15 años o más fueron víctimas de abuso sexual.
El estudio realizado en el 2016 reveló que la mayoría de los casos de agresión habían sido por parte de personas cercanas al núcleo familiar de la víctima: tío/a (20.1 por ciento), no familiar/conocido/vecino (16.0 por ciento), primo/a (15. 7 por ciento), desconocido (11.5 por ciento), hermano/a (8.5 por ciento), padrastro/madrastra:(6.3 por ciento), abuelo (3.37 por ciento).
Las agresiones iban desde tocamientos y roces sin consentimiento, hasta tener relaciones sexuales forzadas u obligarlas a mostrar su cuerpo desnudo.