España está atónica. Millones de personas no terminan de dar crédito a los argumentos que ha presentado Ana Julia Quezada tras haber asesinado al pequeño Gabriel Cruz. Explica que todo se trató de un “accidente”.
La asesina confesa envió una carta a ‘El programa de Ana Rosa’, que cuenta con alta audiencia en España. La misiva tiene la intención clara de pedir perdón a Ángel, padre de la víctima y su pareja hasta el momento de la detención.
«Sé que no tengo excusa por el accidente», afirma, aunque las pesquisas y todo el proceso de investigación ejercido por la Guardia Civil y fuentes judiciales parece demostrar otra realidad.
«Asesinato alevoso» es uno de los delitos imputados por la Fiscalía, argumentando que Ana Julia habría cavado la tumba del pequeño Gabriel Cruz para esconderlo con antelación.
En la extensa carta manuscrita de dos hojas, enviada desde la cárcel de El Acebuche en España, Ana Julia dice: «quité a la persona que amo lo más grande que uno puede tener, un hijo».
«¿Que cómo estoy? Pues te puedes imaginar, nada bien. Ante todo pedir perdón a toda la familia de Gabriel y a todas las personas que he hecho daño. No puedo hablar mucho por el secreto de sumario«, agrega la carta con el título “Hola, Ana Rosa”.
En esta carta la mujer, proveniente de República Dominicana, considera que «cometas el delito que cometas nos tienen que tratar como personas», agrega que tiene mucho por contar. Y efectivamente lo hizo, pues la presentadora Ana Rosa, ha comentado que desde la cárcel ha llegado una segunda carta.
Muchos se preguntan porqué fríamente Ana Julia integraba los operativos de búsqueda del pequeño Gabriel Cruz, que estuvo varios días desaparecido, pero este es el argumento de ella: «Me asusté, me bloqueé y la bola se fue haciendo cada vez más grande«.
En una segunda carta Ana Julia reprende las actitudes vistas a través de los medios de comunicación sobre el tratamiento de su imagen, destaca El Mundo. «Impresionante las imágenes que he visto hoy. Cogen una muñeca de plástico negra, la ponen en una plaza y la queman, como si me quemaran a mí».
«Lo mío con Gabriel lo dije y siempre lo diré, fue un accidente. No soy más monstruo que esas personas y lo hice por un accidente. Ellos lo harían queriendo, son más monstruo que yo. Al escribir esta carta me tiemblan las manos. Así que disculpas cuando hay gente de color blanco que cometen esos crímenes nunca he visto tantas barbaridades. Eso se llama racismo y xenofobia», escribe.
Apelando al racismo como argumento dice: «Soy negra, cometí un delito sin querer, lo único que pido es que se me juzgue y se me trate como se me tiene que tratar en mi situación (…) ¿Que no hay racismo en España? Ahora lo pongo en duda, menos mal que aquí en la prisión me siento bien y me tratan como es debido porque son profesionales».