Sí, quizás no todos elijen irse lejos de casa para estudiar la universidad. Pero los que sí, nos embarcamos en toda una genial aventura que incluye aprender a alimentarte a ti mismo, lavar tu ropa y mantener tu espacio en orden al mismo tiempo que te concentras en estudiar, ir a fiestas, conocer gente e involucrarte en actividades estudiantiles.
Claro, todo eso suena bastante genial, sin embargo todo se puede convertir en una pesadilla si tienes problemas con las personas con las que vives. Y créeme, lo que menos quieres es encontrarte en un estado de estrés constante al regresar a casa o hacer tiempo en otros lugares porque no quieres ir a casa. Mejor, haz las cosas bien desde un principio y cumple con estas 5 reglas básicas para los compañeros de cuarto o apartamento, tomando como primera regla implícita el respeto:
1. Establezcan reglas desde un principio
No importa si siempre han sido buen@s amig@s o si se conocen desde apenas comenzó el semestre, pongan las cartas sobre la mesa porque no pueden saber cómo estás acostumbrad@ a ser. Por ejemplo, hasta qué hora se puede escuchar música o qué días quieres usar la tele para ver tu serie favorita, o cuánto tiempo es tolerable cierto desorden.
2. Marquen límites
Espaciales. Obviamente fuera de tu recámara, que es claro que es tu espacio, el problema siempre suelen ser las áreas comunes. Por ejemplo, qué porcentaje del refrigerador le toca a cada quien, dónde puedes acomodar tu colección de muñecas y donde pondrá su esponja natural y orgáninca en el baño.
3. No toques la comida ajena sin pedirla
En mis épocas universitarias este fue el detonante de muchísimas peleas y enojos. Es sumamente incómodo llegar a casa pensando que te vas a preparar un sándwich o una ensalada y encontrarte con que ya no hay pan, ya no hay jamón o que se acabó el queso (y que sólo te habías comido dos rebanaditas). Puede que tuvieras mucha hambre o flojera de ir a la tienda, sin embargo, nunca tomes comida sin pedirla. Es la mayor fuente de problemas en las relaciones de los roomies.
4. Armen un calendario
Las vidas de los compañeros de cuarto se basan en un delicado equilibrio en el cual debe existir un pequeño calendario que les recuerde las fechas importantes: cuándo se paga el internet, la luz, el agua, la renta, los cumpleaños, cuándo se puede hacer fiesta y cuándo es que tendrán que hacer un grupo de estudio para ese trabajo en equipo. Consúltalo siempre antes de armar tu reunión bohemia espontánea.
5. Dividan las tareas del hogar
Claro, nadie quiere lavar el baño, y a todos nos cuesta trabajo lavar los trastes después de usarlos, pero si no trabajan en equipo para mantener las cosas en relativo orden, eventualmente estarán llamando al caos incontrolable y nadie quiere eso.
Pero sobre todas las cosas, hablen de lo que les molesta o les causa conflicto antes de que terminen gritándose porque alguien ocupó más espacio en el refrigerador del que debía, o porque a ella no le gustó encontrar a tu novio en paños menores viendo la tele un domingo en la mañana. Todos estamos acostumbrados a vivir de modo diferente, aquí no aplican términos como “el sentido común”, sino la buena comunicación y la disposición a trabajar en equipo. Por supuesto, hay también cosas que jamás deberías decirle, pero esa es otra historia.