No se los pienso ocultar, soy fanática medio grave de la serie “How I met your mother”, claro, no sin mis reservas porque por ejemplo, Barney (al menos en su época más banal y desecha mujeres), es
un personaje que no me debería agradar y me parece adorable. Oigan, disfruto la serie, pero al menos trato de reflexionar al respecto.
Por eso les diré que Lilly es un personaje que me gusta mucho, porque es una mujer completa. Aquí el hecho de que sea la primera en casarse en realidad no es un problema para el personaje como tal, pues no pierde ni su personalidad, ni su individualidad. Sigue siendo una chica sensata, con sus propios sueños que además puede mostrar su lado sexy, ni el hecho de que sí, a las mujeres también les gusta el sexo.
Y aquí el único problema real que he tenido con la serie ocurrió en la primera y segunda temporada. Antes de casarse, Lilly entra en pánico porque antes de su boda se da cuenta de que no está siguiendo sus sueños y no sabe quién es, así que cancela la boda y toma una beca para un verano de arte en San Francisco y le pide a Marshall que la deje hacerlo sola.
Por lo que Marshall se queda desconsolado, todos la odian y no aparece en una buena parte de la segunda temporada. Y de hecho cuando lo hace, hay un capítulo donde Ted (el hombre sensible de la serie) la llama “bitch” (perra) por irse así. Este ha sido el único punto de la serie que me ha parecido muy injusto con el personaje. Y no sólo por el hecho de que cuando se va, la pasa terrible en San Francisco, como si los guionistas quisieran castigarla por el hecho de abandonar a Marshall, sino también por la dureza de los otros personajes.
¿Acaso la necesidad de descubrir quién eres es tan poco necesaria para las mujeres? ¿Se supone que se tendría que conformar sólo con casarse?
Al final el personaje pasa un mal rato y regresa a los brazos de Marshall, tomándole unas cuantas temporadas más descubrir la carrera de sus sueños.
Y bueno, todo esto hace que me pregunte, ¿Y si Marshall hubiera decidido cancelar la boda unos meses antes para buscarse a sí mismo?, no sé cómo estaría la simpatía de los otros personajes, pero definitivo que nadie lo llamaría “perro”. Aunque bueno, en realidad tampoco hay un insulto equiparable para hombres, si somos honestos.
De cualquier manera, siempre me sorprende el equilibrio que trae este personaje a la serie, no sólo por ser la conciencia colectiva de los 5 amigos, sino porque tampoco es perfecta. Es chismosa y compradora compulsiva e incluso se podría decir inconstante. Es un personaje profundo, que aunque sí, está enamorada, no es sólo una extensión de su esposo.
De cualquier forma, el personaje de Lilly tiene un cierto encanto que no se va, es un personaje bastante completo en una serie que me encanta. Ahora, Robin también es un personaje con toques geniales, pero ya lo abordaremos en otra ocasión.