“Camila tiene a medio Chile caliente”. No, no se trata de mí, nunca tan autorreferente y quebrada. Se trata de Camila Vallejo. Bueno, no según yo, sino según Rodrigo Guendelman en una columna de El Dínamo. La columna está dejando la embarrada en twitter; primero, por lo extraña, y segundo, por lo cuestionada.
Resulta que en ella, Guendelman dice, entre otras cosas, que Camila es más sexy por que es comunista, porque tiene un rebelde arito en la nariz y porque es una mujer que defiende sus ideas, es tan segura de sí misma que se ve aún más bella.
Algunas cosas indiscutibles: sí, Camila Vallejo es muy guapa, sí, se ve inteligente y “escurrida” como se dice coloquialmente a una persona ocurrente. Sí, tiene una gran pasión en defender sus ideales y el hecho que se haya presentado a un programa de televisión de alcance nacional con un chaleco chilote en vez de una chaqueta en colores neutros, tiene algo que decir de lo poco que le importa su “imagen”.
Lo que podemos discutir, es… ¿Qué diablos quiso decir Guendelman con todo esto?¿A qué va?
Quizá quiere decir que los hombres, en general, a pesar de que estamos en el siglo XXI, le siguen temiendo a una mujer segura, con las ideas claras y una voz fuerte. Más encima si es buenamoza. Como que los orcos son menos atemorizantes que los elfos.
Creo que Rodrigo también quiso decir que, no importa lo inteligente que sea una mujer: si es bonita, irremediablemente las personas se fijarán primero en eso. Se titularán periódicos de circulación nacional enfocados en farándula aludiendo a los ojos verdes de la dirigente estudiantil: se tirarán tallas en twitter y redes sociales todas, invitando a Camila a conversar, cuidarla cuando esté enferma y apapacharla, o cosas menos tiernas.
¿Ustedes qué creen que quiso decir? Yo no entendí.
