Hay un dicho muy popular que aplica para todo: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, especialmente cuando se trata de problemas de parejas. Muchas veces todas la banderas rojas y las señales de que las cosas no están funcionando bien, aunque parezca lo contrario, están a la vista, pero no son suficientemente ruidosas para que caigas en cuenta de todo lo que está ocurriendo en el fondo.
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Solo cuando ya no hay vuelta atrás es que te percatas de la dura realidad que te tocará vivir: una separación o un divorcio. A veces no hacen faltan las peleas constantes, los desacuerdos o la indiferencia para que una relación comience a deteriorarse silenciosamente.
Muchas veces esto ocurre porque las personas llegan a desconectarse y distanciarse emocionalmente de su propia compañero sentimental, normalmente, sin hablar los problemas de forma directa. El psicólogo Jorge Nieto despliega en su libro “Divorcio Emocional: Señales de una Ruptura Silenciosa”, cuáles son algunas de las señales.
Señales de alerta
1. Desconexión emocional
Esta es la primera alarma que se genera, y se activa cuando uno de los dos o dos ya no comparten su día a día, emociones o sentimientos con el otro. Esa conexión que antes los unía está defectuosa o simplemente se perdió. Muchos no se da cuenta, porque todo se camufla con la rutina.
2. Cada uno por su lado
Es entonces cuando cada quien comienza a hacer sus cosas y actividades por separado. No hay interés por involucrar a la pareja, plantear un objetivo por el que luchen ambos. Se construye el día a día de forma paralela a realidad del esposo o el novio.
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3. Adiós a la comunicación
Como es de esperarse, están tan ocupados en sus rutinas que no queda tiempo para la comunicación, que se limitará a lo estrictamente necesario, causando un distanciamiento sórdido del que no se han dado cuenta. No se habla de lo importante.
4. El sexo se pierde
Ya no hay un interés sexual. Lo que antes podía ser excitante, ahora no lo será. Se pierden las ganas conectarse en este sentido, y si hay sexo, se siente un vacío, que algo hace falta.
5. Cambio en prioridades
Cada uno se enfoca en sus propios intereses, amigos o pasatiempos, dejando la relación en un segundo plano.
