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Cómo cultivar estabilidad emocional en relaciones con apego ansioso y evitativo

Aprender a expresar tus necesidades y emociones de manera saludable es clave para mejorar tus vínculos

Las relaciones amorosas están profundamente influenciadas por los vínculos emocionales que desarrollamos durante la infancia. Los estilos de apego ansioso, evitativo y seguro juegan un papel crucial en la manera en que nos conectamos con nuestras parejas y manejamos la intimidad y la dependencia. Comprender estos patrones es esencial para mejorar nuestras relaciones y lograr una conexión más profunda y satisfactoria.

“El apego ansioso, evitativo y seguro a menudo se refleja en nuestros vínculos adultos y generalmente tienen sus raíces en la relación con nuestros padres o cuidadores. Por ejemplo, si tu madre era extremadamente ansiosa, siempre preocupada por algo, y luego se ponía de mal humor, creaba un ambiente de incertidumbre. No sabías qué esperar de ella, ya que, aunque a veces te proporcionaba calma, en otros momentos su ansiedad te agitaba. Esta inconsistencia hace que, si no has trabajado en sanar esas heridas, te vincules de manera ansiosa con tu pareja”, explicó la doctora María Alejandra Ruíz, psicóloga clínica, experta en gestión emocional y vínculos afectivos.

“Hoy puede que tu pareja sea super amorosa contigo, pero mañana se muestra distante y serio. Esto te genera la misma ansiedad que sentías cuando eras niña y no sabías si tu mamá te iba a hablar o te iba a aplicar la ley del hielo. Esta falta de estabilidad emocional te lleva a relacionarte con alguien que un día te hace sentir muy bien y al día siguiente parece no saber lo que quiere, creando un ciclo de ansiedad similar al que experimentaste con tu madre”, agregó.

En la vida adulta, las personas con apego ansioso suelen tener una intensa necesidad de ser amadas y aceptadas, pero a menudo dudan de que su pareja realmente las quiera. Esto puede llevar a comportamientos de dependencia, necesidad constante de validación y temor al abandono que a la larga causan tensión y conflicto en la relación.

Siguiendo con el apego evitativo, la especialista explicó que se refiere a las personas que fueron criadas por padres o cuidadores físicamente distantes, fríos o negligentes. “Estas personas suelen tener grandes dificultades para recibir un abrazo o cualquier otra forma de afecto físico. Este estilo de apego se forma a partir de esos vínculos deficientes por tanto crecen pensando que es incómodo expresar o recibir afecto y hablar de sus emociones. No están acostumbrados a ese tipo de interacción”.

Es así como aquellos con apego evitativo tienden a evitar la intimidad y pueden parecer frías o desinteresadas. Prefieren mantener una barrera emocional, temiendo la dependencia y la vulnerabilidad. Esto puede dificultar la formación de vínculos profundos y significativos, llevando a una sensación de desconexión y aislamiento en la relación.

“Es algo muy normalizado. La gente cree que es normal no sentirse cómoda con un abrazo o recibir un halago, pero no lo es. Esta incomodidad proviene de un acercamiento muy distante con la familia y las personas a cargo de tu crianza. Por ejemplo, si tuviste una pareja muy afectuosa y eso te hizo sentir incómoda, llevando a que te alejaras, es un claro indicio de un estilo de apego evitativo.”

Si bien éstas situaciones están muy normalizadas, la especialista aseguró que cada patrón  puede ser identificado y abordado cuando se reconoce como un problema serio. “Tú te das cuenta de que es un problema cuando estás demasiado inmersa en la relación y no puedes ni descansar. Eso es apego ansioso porque estás preocupada por lo que esa persona está haciendo. Ahí es crucial entender qué está ocurriendo con esa persona también. Generalmente elegimos parejas basándonos en cómo nos vinculamos con nuestros padres. Así que terminas encontrando alguien que no está emocionalmente disponible o que es evitativo”.

La doctora Ruíz explicó cómo las personas tienden a relacionarse según el tipo de apego que cada una posee. “Los individuos con un estilo de apego evitativo tienden a unirse con aquellos que tienen un apego ansioso. Las personas con ansiedad en las relaciones desean ser elegidas, probablemente porque en algún momento de su infancia tuvieron que competir por la atención en casa. Este trauma no resuelto resurge en la adultez cuando se relacionan con un evitativo que evita conversaciones difíciles y no ofrece compromisos claros, es alguien a quien sienten la necesidad de cuidar”, detalló.

Para abordar eficazmente esta situación en una relación, es fundamental comenzar con la autoexploración y la sanación personal mediante el apoyo de un profesional. Eso sí, destacó que en lugar de apresurarse hacia la terapia de pareja, es crucial primero tratarse de manera individual.

Al desarrollar una mayor conciencia emocional y manejar la ansiedad de manera más saludable, se facilita también el apoyo mutuo y la comunicación efectiva dentro de la pareja, estableciendo una base más sólida para el crecimiento conjunto y la conexión emocional.

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