El beso es una manifestación emocional profundamente arraigada en nuestras interacciones, especialmente en la pareja. Puede comunicar una variedad de sentimientos, desde ternura y amabilidad, hasta un deseo ardiente y pasión.
PUBLICIDAD
En la antigua Roma, existían distintas clasificaciones de besos: los ‘oscula’, que eran amistosos; los ‘basia’, que revelaban afecto, y los ‘suavia’, aquellos que emanaban una fuerte carga erótica. Estas diferencias nos muestran cómo a lo largo de la historia, ha tenido un papel crucial en la comunicación entre las personas.
¿Qué es un beso de grapa en las relaciones de pareja?
Uno de los besos menos conocidos, pero igualmente significativo, es el beso de grapa. Este hace referencia a que una persona toma entre sus labios el labio inferior de su pareja y lo estira suavemente, creando una conexión física que es original y tierna a la vez.
A menudo, es un beso asociado a momentos de intimidad casual y frescura en la relación, lo que puede indicar una cierta comodidad y diversión compartida entre los amantes. Si bien este beso puede parecer extraño y poco convencional, representa una buena señal en una relación, ya que sugiere que ambas parejas están dispuestas a explorar nuevas formas de expresión afectiva.
Y es que los besos desempeñan un papel vital en la construcción de la intimidad emocional. Según una investigación publicada en la revista Journal of Social and Personal Relationships, los besos fortalecen los lazos románticos, pero también contribuyen a la felicidad y la satisfacción general de la pareja.
El estudio realizado en 2014 encontró que las parejas que se besan con frecuencia tienden a comunicarse mejor y enfrentan los conflictos de manera más efectiva.
El beso de grapa, a pesar de su rareza, puede ser un indicativo de la evolución de la relación hacia una etapa más madura y cómoda. Refleja la diversión y la espontaneidad para mantener viva la chispa en una relación a largo plazo.