Las relaciones amorosas no solo se limitan a tener una buena comunicación, amor, tolerancia, respeto y un grupo más de sentimientos y valores para que pueda ser sólida y con grandes expectativas a futuro. El sexo también juega un papel importante porque sencillamente es una forma más de conectarse con el ser amado o por quien se siente una atracción. Además, que el placer contribuye al bienestar corporal y mental.
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Pero, qué pasa cuando a pesar de todo, la libido comienza a decaer, afectando la armonía en pareja. En un estudio que realizaron en Chile el año pasado, denominado Prevalencia del deseo sexual inhibido en mujeres en edad fértil y factores relacionados, se llegó a la conclusión que son varios los factores que influyen.
Es importante recalcar, que así como el cuerpo cambia con el pasar de los años, esas ganas de tener sexo también se ven afectadas por el tiempo, así como por otros factores del día a día. La investigación chilena aseguró que la “escolaridad de la mujer, así como la de su pareja, la situación laboral de la pareja, satisfacción de las necesidades básicas, satisfacción sexual y satisfacción con la relación” son determinantes para que ese disparo sexual disminuya.
Por su parte, la psiquiatra Catarina de Moraes, coordinadora de la clínica de sexualidad del Hospital das Clínicas de Recife, Brasil, contó a BBC Mundo, que también hay otros elementos que socaban el deseo sexual.
1. La incómoda rutina y sus cambios
Para De Moraes, el estrés hace mella en las ganas de tener sexo, así como el cansancio, que es el resultado final de una presión por exceso de trabajo o preocupaciones. Así como asumir nuevas tareas y, por ende, destinar el tiempo para el sexo para hacer estas actividades.
2.Cambios hormonales
Hay algunos métodos anticonceptivos hormonales, que aunque cumplen muy bien su función principal, terminan siendo un estorbo para las mujeres, ya que la libido disminuye muy notoriamente como efecto secundario de las pastillas, por lo que muchas se cuestionan: “¿para qué seguir cuidándome, sino igual no tengo sexo porque ya no me dan ganas?”.
La menopausia también influye, pues el estrógeno baja en este proceso y el interés se pierde.
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3. Conflictos con la pareja
Estar viviendo una crisis de pareja puede ser motivo suficiente para que el deseo sexual se esfume por completo, ya que una poca conexión, constantes peleas y cuestionamientos a la confianza pueden hacer que las ganas que, en un inicio de la relación eran enormes, ahora sean escasas, afectando aún más la situación.
4. Problemas psiquiátricos
Una baja autoestima, así como la ansiedad y la depresión son grandes enemigos de la libido. La psiquiatra brasilera explicó: “Los pacientes con depresión pueden experimentar una disminución del deseo debido a desequilibrios químicos en el cerebro, incluidos cambios en las hormonas serotonina y dopamina, relacionadas con el estado de ánimo y los sentimientos de recompensa y placer”.