Entre vivir el duelo de un diagnóstico de cáncer, tratamientos, estudios y la constante visita al médico, olvidamos una parte valiosa, y es que, cuando un familiar tiene este padecimiento, inevitablemente todo su alrededor de también lo tiene, esto incluye a los pequeños del hogar.
Pensar en la simple idea de decirle a un niño que un familiar cercano, ha sido diagnosticado con cáncer, puede ser difícil de concebir y en muchos casos se evita, pensando que, se les está protegiendo, cuando, en realidad, es todo lo contrario.
El psicooncólogo de FUCAM, Omar Saucedo, platicó con Nueva Mujer para ofrecernos una guía para dar este paso con los niños y explicarles de la mejor forma, que alguien cercano ha sido diagnosticado y evitar la conspiración del silencio o mejor catalogada como conveniencia del secreto, definida como una barrera que se pone para proteger de la información a aquellos que nos importan para no lastimarlos.
Si el niño, de pronto, nota que la verdad está tergiversada y que hay una situación que él desconoce, la confianza en los adultos de los que se había creído protegido, se vulnera, y entonces, comienza a presentar los primeros cambios en su actitud, como pesadillas en la noche, hacerse del baño o dejar de comer y jugar.
Algunos aspectos a considerar al momento de dar esta información son, el espacio, teniendo en cuenta posibles distractores, que haya un aliado emocional, que puede ir desde un juguete hasta un primo u otro familiar, no ocupar tecnicismos y hablar con las palabras más sencillas, sin olvidar validar sus emociones y responder sus preguntas para eliminar mitos sobre cómo se adquiere esta enfermedad. Esto puede variar en función de la etapa cognitiva en la que se encuentre el menor.
Existen diferentes formas de explicarles a los niños, y como bien menciona el Mtro. Omar Saucedo es crucial explicar a los pequeños cada parte de lo que conlleva el cáncer, qué doctores visitará su familiar, qué procesos o tratamientos puede vivir, cómo lucirá y cómo se sentirá. Esto puede hacerse a partir de imágenes, juegos, actividades como pintura, libros, o material didáctico.
Pero, ¿cómo enfrenta esta enfermedad un niño? A través de la negación; esta se puede reflejar que cuando se empieza a hablar y el niño se va y empieza a jugar, también en el llanto, frustración y aislamiento.
Aquí entra un punto crucial, a la hora de llevar a cabo esta plática con los niños, pues el propio psicooncólogo de FUCAM, Omar Saucedo, destaca la importancia de estar bien informado, y es que, buena información se traduce a un buen entendimiento, y a partir de esto es más fácil de explicarle a los más pequeños los procesos y todo lo que hay detrás del cáncer de mama.
Es fundamental involucrarlos en el proceso, aunque puede sonar difícil, algunas personas han encontrado la forma de hacer parte a los niños, ya sea enviando mensajes al doctor con sus dudas y que el propio médico se preste a entablar esta relación, pese a esto, recomienda acompañamiento y psicoterapia para que sea más llevadero.
El Mtro. Omar Saucedo habló sobre la labor que ha hecho FUCAM con las mujeres que se han acercado a esta fundación, con un programa de acompañamiento que ayuda a las pacientes a conocer la realidad de sus tratamientos, a los doctores, las salas a las que ingresarán y qué procedimientos se les realizarán, ayudando en lo que tanto ha refrendado el psicooncólogo, el valor de la información para transmitirla a los más pequeños del hogar y cumpliendo el objetivo de “que la paciente pase un proceso más amable”.
Esta es la razón por la que Omar Saucedo decidió enfocarse a la psicooncología, pues buscaba ir más allá de los tecnicismos y escuchar más de cerca lo que siente el paciente, lo que piensa, sus emociones.