La cultura popular asegura que los hombres “siempre vuelven” y que mientras más los rechaces, más le gustarás y te desearán. Pero esto es lo que dicen los psicólogos a la hora de desarrollar un vínculo afectivo sano con una persona, pues ese juego de tira y afloja no siempre es lo más saludable.
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“Las cosas buenas tardan en llegar”, “Lo difícil sabe mejor” y más frases suelen ser comunes y exaltan la virtud de la paciencia e ir paso a paso, pero en el caso de las relaciones interpersonales, no siempre lo complicado y el sufrimiento son lo conveniente, pues se parece más a la obsesión y al apego, que al amor.
¿A los hombres le gustan más las mujeres que los rechazan?
De acuerdo con Psicología Online, “deseamos de forma obstinada y persistente lo que se nos resiste y entre más difícil nos resulta alcanzar algo, más fuerte es el goce que sentimos una vez que lo conseguimos”.
Sobre todo, si se trata de personas que por su patrón de crianza, de apego y de relación con sus padres tienden a sobreesforzarse para sentirse merecedores de amor, respeto, validación, atención y cariño.
A las personas que las rechazan constantemente se les activan los circuitos cerebrales de la adicción. “Es decir que genera reacciones físicas y psicológicas reales e importantes y en este sentido, el intento por volver a conectar con la otra persona es un intento por recobrar la homeostasis perdida”.
Este desequilibrio en la química del cerebro hace que vayamos tras aquello que nos hace sentir bien (aunque no siempre es lo que más nos conviene), tienen baja tolerancia a la frustración, les produce dolor y ansiedad.
Por ello, podría concluirse que sí vuelve a la mujer más atractiva pero porque desregula a la otra persona y la hace propensa a la adicción. Es daño y tóxico rechazar a alguien solo para atraerla.
