La rutina y los desacuerdos suelen ser uno de los principales agotadores de la energía en las parejas, haciendo mella en la relación, por lo que el encuentro sexual ya no se torna como algo vital, placentero o como un momento de unión espiritual, por el contrario, comienza a desaparecer ese interés. Entonces, ¿cómo recobrar ese deseo? o ¿cómo puedes transformar todo eso negativo en algo de provecho?
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Pues, esto se puede conseguir a través de la alquimia sexual o también conocida como chikung sexual, una práctica tradicional china que combina movimientos corporales suaves, respiración consciente y meditación para promover el bienestar. De acuerdo con la filosofía asiática, a la alquimia sexual la rigen tres elementos denominados “Tres Tesoros del taoísmo”, que están formados por el espíritu o alma (Shen), la esencia (Jing) y la energía general (Qi).
En la alquimia sexual, se busca transmutar la energía sexual hacia estados superiores de conciencia. Esto implica aprender a canalizar la energía sexual hacia otras áreas del cuerpo, como el corazón o la mente, en lugar de simplemente liberarla a través del orgasmo, así lo afirma la investigación “La sexualidad: desde el taoísmo a la medicina china”, publicada en la Revista Internacional de Acupuntura.
Para esto es necesario que la pareja se conecte para que experimenten la calma que los llevará al placer desde lo sublime y prolongarlo. De acuerdo con esta filosofía, la energía sexual también se genera desde la medula espinal y los riñones, y el elemento agua es el que los mueve, por lo que cuando el agua “se enfría” en el cuerpo, se la libido desaparece, así como la fertilidad. Para esto se debe lograr un equilibrio este el agua y el fuego (representado por el corazón).
Cómo desarrollar el chikung
1. Es necesario que la pareja se siente uno en frente de otro, para que puedan mirarse fijamente por un largo rato para lograr conectar. Una vez que se ha logrado esto, pues debes colocar la mano izquierda en tu corazón y la derecha en el de la pareja.
2. Tienen que relajarse, vaciar la mente de todos los pensamientos que generan ruido y no permiten que las energías fluyan, esto es para empezar a llenar con las vibras del amor, tanto propio como el que tu novio o esposo tiene para ti.
3. Hay que calentar el Qi (la energía general) y para esto el hombre masajee tu pecho.
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4. Hay que canalizar toda esa energía hacia el útero, por lo que el hombre debe bajar con su mano hacia el vientre hasta llegar hasta tus genitales y masajear los labios externos. Deben ser movimientos sutiles, acompañados de una respiración lenta y profunda.
5. La excitación llega cuando así lo decidas, no es que se trate de algo consciente, sino que se logra cuando tú, desde tu mente imaginas cómo tu vagina envuelve su pene. Todo esto debe hacerse mirándose fijamente a los ojos, concentrados y estando atentos a las sensaciones que sus cuerpos están experimentando. Serán los mismos genitales los que te indicarán cuán es el momento para que toques a tu pareja. Esto debe llevarlos a la excitación.
6. De acuerdo con la alquimia sexual, el hombre debe prolongar al máximo el momento de la eyaculación, para así disfrutar de la conexión contigo.