No es algo que haces tú solamente. En realidad la mayoría olvidamos lo malo que hizo nuestro ex y eso es lo que nos lleva a querer regresar con ellos cuando sentimos el dolor de la ruptura.
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Sin embargo, esta es solo una pequeña trampa de nuestro cerebro, que tiene una función adaptativa que ha sido analizada por neurocientíficos y también psicólogos para que no te dejes engañar y sigas adelante en tu proceso de recuperación.
¿Por qué olvidamos lo malo que hizo nuestro ex?
De acuerdo con una investigación del profesor ruso de neurología, neuroquímica y genética de la Universidad Estatal de Medicina de Kazán, Rustem Gaifutdínov, detectó que tanto recuerdos positivos como negativos quedan en nuestra mente pero a estos últimos cuesta más encontrarlos.
“La conciencia humana tiene mecanismos que nos protegen de la negatividad. Si nos dejamos llevar constantemente por la negatividad y las preocupaciones, eso no alargará la vida de ninguna manera ni nos hará exitosos”, aseveró.
Darle prioridad a lo positivo favorece la capacidad del organismo de sobrevivir y nos protege del trauma, pues “en los momentos negativos y de preocupaciones, el ser humano es vulnerable en todos los sentidos”.
“Hay prácticas especiales que se usan en medicina forense, con las que se puede obligar a la persona a recordarlo todo. Esta puede recordar detalles, sensaciones visuales y auditivas, y también todas las sensaciones corporales. Todo eso queda bien registrado en la cabeza”, agrega, por lo que no hacemos simplemente ‘borrón y cuenta nueva’.
De igual manera, la psicología asevera que cuando terminamos con un ex y esto nos duele, olvidamos lo malo que hizo, o mejor dicho, preferimos ignorarlo, escondido detrás de la idealización de lo positivo para aferrarnos a esa persona y que es parte de la dependencia emocional.
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“Los amantes rechazados experimentan niveles elevados de dopamina y el neurotransmisor norepinefrina. Por eso algunas personas cortan y vuelven continuamente... están ‘químicamente’ enganchados”, dice la neuróloga, Helen Fisher a BBC.
Así que al igual que con cualquier otra ‘adicción’, debes entrar en abstinencia y alejarte de esa persona, preferiblemente aplicando contacto cero por 90 días continuos para que empieces a sentirte mejor.
