Aunque no queramos renunciar a él, hay ciertas señales de que ese hombre jamás podrá darte el amor que mereces y deseas, así que toca dejarlo ir por nuestra salud mental y dignidad.
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La vida es demasiado corta para humillarnos por alguien o conformarnos a vivir con solo migajas de amor, por lo que llénate de valentía para romper esa dependencia emocional y caminar hacia donde haya bienestar y plenitud.
Señales de que ese hombre jamás podrá darte un amor sano
Es egocéntrico
Las personas egocéntricas y egoístas creen que sus necesidades e intereses son más importantes que las de los demás, por lo que es muy complicado establecer un vínculo lleno de reciprocidad. Difícilmente pueda comprometerse emocionalmente contigo y crear una conexión, ya que no estará dispuesto a ceder o cambiar en beneficio de la relación.
Falta de responsabilidad afectiva
De igual manera, si esa persona fue irresponsable afectivamente porque no fue empático, no tuvo en consideración tus sentimientos, no priorizó tu bienestar y tranquilidad, quiere indicar que le cuesta generar conexiones emocionales y será obstáculo para una relación sana. También sucede con aquellos que no saben manejar los problemas de forma madura, y tener actitudes constructivas en las dificultades.
Ha demostrado falta de compromiso
Si es una persona incongruente entre sus palabras y actitudes, mejor huye de ahí. Alguien que en verdad te ama y te respeta, cumple con sus compromisos y acuerdos en la relación porque no te quiere perder. De lo contrario, solo le tendrás desconfianza, algo que mata cualquier relación.
De igual manera, si no muestra un interés genuino en ti, tus intereses, tus metas y lo que haces a diario, es poco probable que puedas sentirte plena con él.
Es infiel
La falta de fidelidad hace imposible construir confianza, seguridad y la estabilidad emocional que necesita cualquier relación. Si ha sido infiel en el pasado y lo sigue repitiendo, es poco probable que cambie y siempre te arrastrará al hoyo con sus faltas.
Hubo maltrato
Jamás debemos permitir cualquier forma de maltrato, ya sea físico, emocional o verbal. Cuando una persona supera este límite, definitivamente no te respeta y se vuelve una amenaza para tu integridad física y emocional.