Si no lo sabías, existen las parejas kármicas, las cuales vienen a darnos importantes lecciones en la vida que nos marcarán por completo. Su llegada no asegura su permanencia, así que muchas veces son simplemente almas pasajeras.
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Pueden aparecer como consecuencia de actos que hicimos en el pasado, así que nos cobrarán ciertos daños que hemos hecho, o bien, son una recompensa o un trampolín para convertirnos en nuestro destino.
¿Qué son las parejas kármicas?
Conforme con El Español, las parejas kármicas son aquellas que vivimos con gran intensidad y de forma muy pasional, lo que las hace difíciles de gestionar. Su principal misión al llegar a nuestra vida es dejarnos una enseñanza valiosa, pues muy probablemente se convierta en una decepción.
“En las relaciones kármicas aumenta la aspiración espiritual. Quienes las viven, pueden llegar a percibir sus emociones como si fueran del pasado, como si ya lo hubieran vivido en algún momento. El por qué de esta conexión reside en la existencia de una deuda entre las dos partes, una especie de contrato entre dos almas del pasado que en su vida actual vuelven a reencontrarse para aprender la una de la otra”, aseguran.
Es por eso que la atracción física, emocional y espiritual es tan fuerte, lo que nos lleva a caer en conductas de dependencia emocional. Muchas veces sacan lo peor de nosotros mismos y tras ellas, es que llegan vínculos más saludables.
Ahora bien, este no es el único tipo de pareja que podremos encontrar a lo largo de nuestra vida. Acorde con estas teorías también podemos categorizarlas en: espíritus afines, almas gemelas y parejas dhármicas.
Los espíritus afines son personas con las que nos sentimos atraídos pero no corresponen con nuestro prototipo. A pesar de no haber tanta afinidad, podemos contar con su apoyo y compañía, aunque no son nuestro amor verdadero.
Las almas gemelas, en cambio, son dos personas con una gran conexión. Suelen llegar después de una relación kármica, y mejoran nuestra autoestima, nos dan calma y confort.
Por último, la pareja dhármica es aquella que trae serenidad y felicidad, alcanzando un grado máximo de complicidad: ambos han pasado por vivencias similares y se encuentran en el momento perfecto para estar en pareja. Los mejores indicios son la paz, la estabilidad y el diálogo.