Suele suceder que aunque tengamos el corazón roto, seguimos sintiendo empatía por quien nos hirió. Esto tiene que ver con la disonancia cognitiva, la cual se manifiesta en la cotidianidad, pero también en el amor.
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Por ejemplo, nuestra pareja nos fue infiel. Empezamos a justificarlo diciendo que creció en un entorno donde su padre engañó reiteradamente a su madre, que si bien puede ser cierto, puede ser una trampa de nuestro cerebro para hacernos sentir mejor ante la realidad de que esa persona no nos respeta, valora y aprecia lo suficiente.
¿Qué es la disonancia cognitiva?
De acuerdo con el portal Psicología y Mente, le debemos este término a Leon Festinger. Él explicó que “los individuos tienen una fuerte necesidad de que sus creencias, actitudes y su conducta sean coherentes entre sí, evitando contradicciones”, por eso, cuando hay inconsistencias se genera malestar, tensión o ansiedad.
Por eso si tu pareja dice que “te ama”, pero es infiel, no es consistente en sus demostraciones de afecto o se desaparece por días, este displacer que te genera puede llevarte al autoengaño para reducir las secuelas emocionales en ti, defendiendo sus actitudes o creencias.
Incluso nos pasa en la relación con nosotras mismas. Cuando nuestras creencias o actitudes entran en conflicto con lo que en realidad hacemos, podemos llegar a sentirnos muy mal, como si no nos reconociéramos. Por ejemplo, sabes que fumar te hace daño y lo sigues haciendo bajo la justificación de “algún día vamos a morir” o “me mantengo saludable haciendo ejercicio”, “es solo uno”, entre otros.
Se puede manifestar trivializando o restándole importancia a las cosas, o de plano sumiéndonos en el autoengaño con frases como “él cambiará”, porque encuentras más alivio manipulando tus ideas y creencias para que encajen entre sí, aunque solo sea ficción.
“Sin embargo, eso nos vuelve vulnerables a toparnos una y otra vez con las consecuencias de esa contradicción encubierta que no hemos resuelto realmente”, dicen los expertos, lo que te hará infeliz hasta que no rompas el ciclo.
Para esto deberás: reconocer maneras irracionales de pensar, usar la disonancia cognitiva para cambiar algo de nuestra vida que nos genera incomodidad, aceptarnos y trabajar en nuestra autoestima y buscar apoyo psicológico.