La hora de acostar a los hijos puede ser un momento de paz en algunos hogares, pero en muchos otros existen padres temiendo que llegue este tiempo pues sufren dificultades al dormir a sus niños.
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Hay pequeños que se resisten a conciliar el sueño y dan una verdadera batalla a sus progenitores corriendo por toda la casa, negándose a ponerse el pijama y meterse a la cama al llegar la noche.
Alrededor de los 18 meses de edad, los menores además entran en una etapa de independencia en la que aman decirle que no a todo. Como consecuencia, la hora de dormirse de retrasa más y más.
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En cuanto los papás se dan cuenta, los niños están realmente cansados y eso solo provoca que se vuelvan más obstinados, hiperactivos e irritables. Se trata de un desafío natural y bastante común.
Por fortuna, no tienes que resignarte a desvelarte y que tu casa sea un campo de batalla cuando la luna aparece. Hay estrategias para ayudar a los niños pequeños a dormir el tiempo que ameritan.
5 consejos para ayudar a los niños pequeños a dormir bien y corrido
Antes de enfocarse en las soluciones, lo primero que se debe detectar es el por qué su hijo se resiste a dormir. Las razones pueden ser muchas, pero hay algunas que se presentan más comúnmente.
Algunos motivos por los que un niño pequeño no duerme pueden ser porque está sobreestimulado, algo los incomoda, son curiosos y tenaces o dependen de ayuda de sus papás para dormir.
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Si el niño está atravesando una temporada de miedo o tiene una hora incorrecta de acostarse, también puede ver su ciclo de sueño alterado y, por ende, no querer dormirse cuando es momento.
Sin embargo, existen muchas formas en las que un papá puede ayudar a su hijo entre los 2 y 3 años a dormir. A continuación, te compartimos 5 consejos para esto según el pediatra Harvey Karp en Happiest Baby.
Consejo 1: prepárese para la noche desde la mañana
Algo que muchos padres no entienden es que la preparación para irse a la cama empieza desde que el niño despierta en la mañana. La rutina que se sigue en el día es vital para favorecer el sueño.
Por eso, es necesario sacar al niño temprano para exponerlo al aire fresco y la luz natural. Al hacer esto, se regula la melatonina, la hormona del sueño, por lo que tendrá ganas de dormir en la noche.
Cuando su hijo esté en el exterior, es importante hacer actividades físicas. Está recomendado que los niños jueguen unas tres horas porque estar activo en el día mejora la calidad del sueño.
Consejo 2: apéguese a un horario previsible
La segunda pauta para que tus hijos pequeños duerman mejor por las noches es asegurarse de que tenga un horario de sueño firme. Es decir, se despierte y se duerma a la misma hora todos los días.
De acuerdo a investigaciones, la implementación de una rutina previsible al momento de irse a la cama disminuye considerablemente las conductas problemáticas de los menores ante el sueño.
Consejo 3: arregle la hora de la siesta del niño
Los padres con niños pequeños que toman siestas muy largas durante el día pueden reducir su descanso vespertino un cuarto de hora para que el pequeño esté más cansado al llegar la noche.
Si esto funciona, reste otro cuarto de hora a su siesta habitual y adelante la hora de acostarse la misma cantidad de tiempo. Haga los ajustes necesarios hasta lograr el horario de sueño óptimo.
Se dará cuenta que la acortó demasiado si su hijo se pone irritable en la noche temprana. Otro consejo es evitar que las siestas de su retoño sobrepasen las cuatro de la tarde.
Consejo 4: procure generar un ambiente calmado
De acuerdo al doctor Karp, los padres deben haberse asegurado de generar una atmósfera tranquila para que su pequeñito concilie el sueño tranquilo al menos media hora antes de apagar las luces.
Algunas formas de lograr eso es leyéndoles un libro, reproduciendo música suave o dándole un baño a su hijo. Evite a toda costa las peleas y actividades estimulantes como ver televisión antes de dormir.
Consejo 5: dele play al ruido blanco
Por último, el autor de los bestsellers Happiest Baby on the Block y Happiest Toddler on the Block afirmó que una gran manera de ayudar a los niños pequeños a dormirse es con la ayuda del ruido blanco.
La razón es porque enmascara los sonidos fuertes y cambios repentinos de ruido que fácilmente despiertan o desconciertan a los menores, como un televisor con mucho volumen o el tráfico.