Todos hemos sido lastimados por alguien en algún momento de nuestras vidas. Malas acciones o palabras hirientes pueden causarnos dolor, resentimiento, amargura y, en algunos casos, odio.
Sin embargo, si te niegas a soltar el peso de la angustia por el mal sufrido, podrías terminar pagando las peores consecuencias. Por eso, se debe intentar perdonar para recuperar la paz y el bienestar.
El perdón involucra la determinación intencional de dejar atrás los sentimientos ocasionados por el agravio, pero es muy probable que nunca olvides aquello que te lastimó en algún momento.
- Te puede interesar: Perdonar a alguien que te hizo daño no significa que debas dejarlo en tu vida
No obstante, esforzarte en otorgarlo puede reducir el poder que ese hecho tuvo en ti y liberarte del dominio de quien te ofendió. Además, puede ayudarte a sentir empatía y compasión hacia el ofensor.
Eso sí, perdonar no es sinónimo de justificar el daño, ni olvidar lo ocurrido. Tampoco significa reconciliarte con quien te hirió. Solo trae una paz que te permite centrarse en ti y seguir adelante.
De hecho, según la Clínica Mayo, perdonar puede dejarte una “mejor salud mental”, “menor grado de ansiedad, estrés y hostilidad”, “mayor autoestima” y hasta “disminución de la presión arterial”.
Las claves para perdonar a una persona que nos lastimó
Si por todo lo antes enumerado te sientes lista para perdonar y no permitir que los sentimientos negativos sigan dirigiendo tu vida, pero no sabes cómo, lo bueno es que casi todos pueden instruirse.
A continuación, te compartimos cinco claves que pueden ayudarte a llegar al perdón, de acuerdo al sitio web antes citado. Si después de todo necesitas ayuda de un profesional, no dudes en buscarla.
Comprender el poder del perdón en la vida
La primera clave para poder perdonar a una persona que te hizo daño es reconocer lo valioso que es el perdón y cómo otorgárselo a alguien puede transformar toda tu vida para bien.
Detectar qué y a quién quieres perdonar
La segunda clave es identificar qué es lo que necesitas curar dentro de ti y a quién quieres darle tu perdón en este proceso. Si es difícil, un grupo de apoyo o hablar con un consejero puede ayudar.
Aceptar las emociones que te provocó el agravio
La tercera clave es reconocer las emociones generadas por el agravio sufrido. Acepta cómo tales sentimientos te afectan en tu vida diaria y tu forma de comportarte. Haz el esfuerzo para superarlas.
Decidir perdonar conscientemente
La cuarta clave puede parecer obvia, pero tienes que decidir perdonar a la persona que te lastimó. Si no eliges dar tu perdón, no puedes avanzar en este proceso de liberación personal.
Soltarte de las riendas que el ofensor ha tenido sobre ti
El quinto paso es librarte del control que la persona que te lastimó y los eventos en los que te daño han tenido sobre ti y tu vida durante todo este tiempo. Suelta todo y abraza tu libertad.