Una verdadera amiga estará contigo en todos los altibajos de tu vida. Puedes confiarle tus secretos, tus alegrías y miedos y ella te entenderá, te aconsejará y hasta te hablará con franqueza por tu bien sobre lo que no le parece de algo que has hecho.
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Una verdadera amiga también hablará de tus buenos aspectos a tus espaldas, nunca se aprovechará de lo que le has contado para hacerte quedar mal o que otros te odien.
Sin embargo, amistades como éstas son extrañas en tiempos como estos en los que nadie parecer tener tiempo para enriquecer sus relaciones a través de buenos valores. Todos estamos inmersos en las redes sociales, viendo lo que hacen los demás 24/7. Esto lo único que provoca es que algunos terminen anhelando lo que no tienen y hasta deseándole mal al que lo tiene. Lo peligroso es cuando tienes una amistad cercana que es así.
Imagina este panorama: has conseguido algo realmente sorprendente, ya sea el trabajo de tus sueños, el apartamento que tanto estabas buscando, un mensaje de la persona que te gusta o simplemente el haber sido reconocida por algún logro.
Tus verdaderos amigos se sentirán felices por ello, no importa lo simple o grandioso que sea, te harán sentir que cuentas con ellos. Sin embargo, habrá quien no disimule molestia y que te diga que “no es gran cosa” o algo negativo. Incluso el silencio puede denotar que no se alegra por ti.
Esa amiga siente envidia de tu éxito, de tu riqueza, de quienes te rodean, de tu felicidad. Está celosa de todo lo que disfrutas y ella no, del reconocimiento que te dan y que ella no obtiene. ¿Aún no estás segura de que tienes una amiga envidiosa cerca? Presta atención a las señales.
Señales que indican que tienes una amiga que te envidia
Señalan como “injustas” ciertas situaciones
Una miga envidiosa dirá que le parece injusto que a ti te pasen ciertas cosas buenas y a ella no. Presta atención a a cómo habla de otras personas y cómo ve el mundo en general. A menudo, quienes caen en esta característica culpan a circunstancias externas de por qué no pueden lograr lo que la otra persona puede lograr, aunque ambos pueden hacer lo que se propongan.
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Siempre es super competitiva
Un poco de competencia puede ser algo bueno, pero demasiada podría ser una señal de que te envidian. Quizá ha llegado un punto en el que ya no están en el mismo nivel en sentido que tú has obtenido algo que ella no por diferentes circunstancias. Es muy válido, así es la vida sin embargo, cuando una amga es verdadera, reconocerá tu esfuerzo y lo que mereces pero una envidiosa seguirá compitiendo buscando demostrar que es más que tú siempre.
Intenta hacerte sentir mal
Si le dices que obtuviste un ascenso, siempre buscará la forma de hacerte sentir mal. Si encontraste el departamento que estabas buscando para vivir, dirá algo malo de la zona en la que se ubica o el espacio. Dentro de esto también puede que haga comentarios chantajistas.
Así puedes proteger tu energía
Deja de darle tanta importancia. Las personas tóxicas están ahí y no puedes permitir que amarguen tu vida. Cuando te des cuenta de que no te afectan por dentro, que tienes el control de la situación, te sentirás feliz contigo mismo y no tendrán ningún poder sobre ti.
Distanciate. ¿Qué sentido tiene que mantengas a esa persona en tu vida o que luches por estar en la suya? Olvíate de esas personas, aléjate y deséales lo mejor.
Ten cuidado con ella. No les cuentes tus secretos, ni hables de tus negocios o planes a futuro. Guárdalos para personas en las que confías, con las que disfrutas pasar el tiempo y que genuinamente te desean bien.
Perdónala. Perdonar es una herramienta poderosa cuando lidias con gente tóxica. Cuando les guardas rencor por algo que dijeron o hicieron, les das poder y sólo te sentirás mal emocional y hasta físicamente. Sin embargo, si las perdonarlas por lo que son, será liberador.
Practica la gratitud: Combate lo negativo, atrayendo lo positivo. Esto lo puedes lograr agradeciendo todos los días por las cosas buenas y los logros obtenidos. Cuando nos tomamos el tiempo para apreciar las cosas buenas de nuestra vida, es menos probable que sintamos celos o envidia de los demás, al tiempo que nos protegemos de quienes no nos desean bien.