Todos los niños y adolescentes han tenido momentos en los que simplemente no quiere ir a la escuela ya sea por el agotamiento o solo por quedarse en casa a divertirse y es totalmente normal.
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Sin embargo, si tu hijo continuamente evade ir al colegio, es posible que haya algo más ocurriendo debajo de la superficie: desde problemas sociales y dificultades en el desarrollo hasta acoso escolar.
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5 acciones a tomar si tu hijo evita ir al salón de clases
Por fortuna, hay formas en las que los padres pueden ayudar a sus hijos a seguir felices su educación tradicional. A continuación, te presentamos cinco consejos para que vuelvan a salón, según Parents.
Escuche a su hijo con atención
Los niños y adolescentes también tienen días no tan buenos en los que no quiere ir a clases. No obstante, si se quejan con regularidad de la escuela, debe atender lo que les dicen y accionar.
Un menor puede evitar ir al colegio por muchos factores, como ansiedad, problemas en el aprendizaje o bullying. Por eso, debe escucharlo y sus lamentos hay que tomarlos con seriedad.
Sea empático con sus miedos
De acuerdo a la revista antes mencionada, a partir de los cinco años de edad, la ansiedad natural de los niños aumenta en tanto que comienzan a entender la vulnerabilidad que todos tenemos.
Aunque sus vidas sean tranquilas, pueden comenzar a desarrollar miedos; en especial, si han estado expuesto a los noticiarios. Temor a la muerte, lastimarse o perder a sus padres son algunos.
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Así que, si están preocupados de que les pase algo o a sus familiares, pueden no querer ir a la escuela, sino quedarse en el hogar. Por eso, hay que indagar si temen algo y validar sus miedos.
Quítele la diversión a faltar a clases
Por otro lado, muchos niños evitan ir al colegio solo porque su casa es un mejor y más divertido lugar para estar. ¿La solución? Hacer que el quedarse en casa en vez de ir a clases sea aburrido.
Si su hijo asegura estar enfermo, evalúe si realmente lo está. Si no encuentra síntomas reveladores, aliéntelo a ir a la escuela. En caso de que no lo logre, evite que los días de enfermedad se vuelvan de juego.
Es decir, trate de impedir que tengan acceso a las pantallas o darles dulces. Si no están enfermos y saben que quedarse en casa no será divertido, posiblemente estén deseosos de volver a la escuela.
Intente llegar al fondo
La preocupación por algo es una razón por las que los niños no quieren ir a clases. Si no pueden expresarlo o entenderlo, pueden que digan tener síntomas de angustia, como dolor de panza.
Si le mencionan lo último, procure ayudarlos a entender lo que sucede explicándole las situaciones en las que le ha dolido la barriga por alguna preocupación y pregúnteles si algo los inquieta.
El truco es indagar, profundizar y preguntar. Si aplica todo esto, es probable que se abran sobre aquello que los está angustiando, como una situación en el colegio o hasta un miedo secreto.
Ataque la causa
En cuanto descubra por qué su hijo no quiere ir a clases, será momento de tomar cartas en el asunto. Por supuesto, cada problema tendrá su resolución y es probable que necesite apoyo de terceros.
Por ejemplo, si es ansiedad por separación, es posible que diseñes un plan junto a su maestro. Mientras, si se trata de acoso escolar, todas las partes deben participar para dar con una solución.
En esta etapa, considere hacer a su hijo parte de la exploración para resolver el inconveniente. Los menores pueden tener grandes ideas y ser muy buenos solucionando conflictos si se los permitimos.