Ser la única en la vida de un hombre es lo más común que busca una mujer, la monogamia forma parte de la cultura occidental. Sin embargo, y hay otras que quieren todo lo contrario, mueren por tener como pareja a alguien casado o comprometido. Un patrón que repiten una y otra vez, por lo general, inconscientemente, aunque también hay otras que lo desean así.
Si alguien puede dedicarte tiempo para ti sola, entonces, ¿por qué preferir o elegir como pareja a alguien que ya tiene una? Es una pregunta que muchas veces pasa por la mente de estas mujeres y que tiene su razón tanto en la psicología como en la biología.
Muchas de ellas dan algunas razones para ser la tercera en la relación, como desconocer que él estaba con otra y ahora es difícil dejar de amarlo; tenían la esperanza de que él se divorciara porque se lo prometió, puesto que solo estaba separado; y porque piensan que solo ellas pueden salvarlos del infierno que viven en sus matrimonios, dándoles la felicidad que no les dan sus esposas. Los ven indefensos.
De acuerdo con la coach de parejas, Cecilia Alegría, conocida como “La doctora amor”, “se están haciendo daño a sí mismas, porque no tienen amor propio”, otras de las razones de su debilidad por atraer o que le gusten los casados es que tienen abiertas las “heridas del abandono o del rechazo por parte del padre”.
Y también manifestó que se puede deber a que de niñas padeciendo el complejo de electra. Se trata de un comportamiento en el que la pequeña se sume en una competencia y rencor con su madre por el cariño y la atención del papá.
“La niña de pequeña ve a la madre como una rival porque quisiera casarse con su papá y como no lo puede hacer se queda frustrada, y más adelante le quieren quitar el hombre a otra mujer porque no se lo pudo quitar a su mamá”, explicó la especialista durante su participación en el programa “La mesa caliente”.
En tanto, la psicóloga clínica, Jacqueline Alvarenga, detalló a través de su canal de Youtube, que en muchas oportunidades la mujer califica esta atracción prohibida como una especie de “mala suerte”, pero ella afirma que solo se trata de un “programa que tenemos instalado”,
Con esto se refiere a que “hay una herida de abandono, en el que yo inconscientemente estoy procurando que esa herida no se cierre y se mantenga abierta. Cuando atraigo a parejas que ya tienen a otra persona, rechazo esa situación, por eso se me presenta. Aquello que tú te resiste, persiste. (...) Estamos yendo de un sufrimiento de un abandono a otro. En estos casos se recomienda te des cuenta de qué estas atrayendo, por qué”.
Ambas expertas manifestaron que estas mujeres deben asistir a terapias para cerrar esas heridas, superar los complejos y conseguir a un hombre que les dé el primer lugar en sus vidas.