Desde Charlie Barber en Historia de un matrimonio hasta Nicola Porcella en La casa de los famosos México, muchos hombres han golpeado una pared por enfado o frustración al menos alguna vez.
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No obstante, aunque algunos crean conocer la respuesta detrás de esta reacción, la realidad es que las razones por la que hacen esto son mucho más complejas de lo que parecen ser a simple vista.
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Razones por las que un hombre golpea la pared en momentos de rabia
De acuerdo a la revista Fatherly, los hombres no golpean las paredes en momentos de enojo solo porque se sientan molestos, sino por su inhabilidad para manejar correctamente sus emociones.
También lo hacen porque es algo que se les ha inculcado de generación en generación como una manera “masculina” de desahogar la ira, pero realmente dar golpes a objetos no tienen beneficios.
“Desde una edad temprana, a los hombres se les enseña a vacilar entre dos emociones: la alegría y la ira”, dijo la terapeuta especializada en trauma y manejo de la ira Mackenzi Kingdon al medio.
“Aceptamos la agresión masculina como una norma y una simple respuesta biológica. Yo diría que la mayoría de las veces es una respuesta aprendida”, aseveró en la conversación a la publicación.
La especialista explicó que a los hombres se les adoctrina desde su infancia que emociones como la tristeza o la ansiedad “son más femeninas” y “es menos aceptable expresarlas”.
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Sin embargo, solo por eso no dejan de experimentarlas. Al contrario, según el medio, se ha probado que aprenden a tornarlas en sentimientos estimados mucho más “masculinos”, tal como la ira.
Así es que cuando emociones abrumadoras los agobian, pero tienen lo que Kingdon llama “un vocabulario emocional limitado”, todo deriva en una necesidad súbita de “luchar o huir”.
La mayoría termina decantándose por la primera, pero porque no quieren que nadie salga herido y para impedir pelear con otros individuos, desplazan la agresión hacia la pared o algún otro objeto.
“Este profundo miedo a parecer débiles se ve reforzado por nuestra cultura en general y, a menudo, también por nuestras familias y círculos sociales”, apuntó la experta.
Empero, estas no son las únicas razones. Muchos hombres también tienen casi que la costumbre de golpear paredes porque creen que liberar la ira de esta forma ayuda a manejarla.
La evidencia, no obstante, sugiere que desahogar la ira golpeando cosas incluso en un ambiente controlado como un gimnasio de boxeo en realidad solo logra aumentar el enojo y la agresividad.
En conclusión, la consejera de violencia doméstica Monica White resumió: “Hacer agujeros es una señal de que alguien no tiene suficientes habilidades para afrontar la situación”.
Por último, se debe acotar que, para algunos hombres, golpear cosas también es una manera de amenazar con violencia. En esos casos, puede que sufra problemas de ira y necesita ayuda psicológica.
