Cecilia era de esas adolescentes que sufría de acné en su rostro. Era la burla de sus amigas, así que cansada de esta situación le dijo a su abuela lo qué le sucedía y la anciana con su experiencia, decidió cortar una penca de sábila, sacar el cristal y colocarle a su nieta todos los días en su rostro.
Han pasado muchos años desde que la abuela le hizo ese remedio casero a Cecilia y ahora, con 45 años, lo sigue usando y los beneficios para su rostros son maravillosos: lozano y juvenil, tanto que es la envidia de todas sus amigas y es gracias al uso de la sábila.
Dicen los expertos en botánica que la sábila o el aloe vera ofrece potentes propiedades antienvejecimiento para la piel, debido a que contiene sustancias mucilaginosas y quercetina que funcionan como un emoliente y renuevan las células dañadas sobre la piel, asimismo, posee polisacáridos y hormonas vegetales responsables por la estimulación e hidratación de las células.
La sábila estimula el colágeno
El Aloe vera es rico en vitaminas y minerales como vitamina A, B, C y E, calcio, magnesio, potasio, selenio, zinc y fosfato de manosa, este último actúa sobre el crecimiento de los tejidos proporcionando un efecto cicatrizante, así como ayuda a fortalecer el sistema inmune.
Esta planta posee propiedades que estimulan la producción de colágeno por la piel, que es la sustancia responsable de mantener su elasticidad.
Así que cuando se utiliza regularmente, la sábila puede disminuir el grado de las arrugas y hasta eliminar algunas marcas de expresión, en los ojos, frente o boca.
Cómo usarlo para reducir las arrugas
Cecilia se aplica todos los días, una pequeña porción de gel de sábila sobre los lugares donde se encuentran las arrugas y marcas de expresión como en los ojos, alrededor de los labios o en la frente.
Hace un ligero masaje sobre estos lugares y deje actuar durante 5 a 10 minutos. Por último, retirar con agua fría y un jabón neutro.
Pero existen mascarillas que puedes hacer en casa y aquí te la explicamos:
Aloe vera para las patas de gallo
El aloe vera no solo servirá para prevenirlas y atenuarlas, sino que además le brindará a esta parte del rostro la hidratación y la suavidad que necesita para mantenerse firme y joven.
Preparación
Solo se debe extraer la pulpa de una penca u hoja de sábila y aplicarla directamente sobre las patas de gallo.
Aloe vera y huevo para las arrugas
Para esta mascarilla se necesita una cucharada de aloe vera, una clara de un huevo y una cucharada de miel. El huevo por su parte, tiene un alto contenido en colágeno que ayudará a rejuvenecer la piel.
Preparación
Extraer el gel de la hoja de aloe vera y verter en un molde, luego agregar la clara de huevo, revolver a punto de turrón, agregar la cucharada de miel y mezclar hasta obtener una pasta homogénea.
Aplicar sobre el rostro, poniendo énfasis en las zonas con arrugas, dejar actuar 30 minutos y retirar con agua tibia.
Mascarilla antiarrugas de aloe vera y pepino
Una de las más efectivas combinaciones antiarrugas es la que se prepara a base de aloe vera y pepino, ya que esta hortaliza contiene vitaminas A, C y E que son ideales para atenuar las líneas de expresión y rejuvenecer la piel.
Preparación
Licuar 100 g de pulpa de aloe vera con 100 g de pepino, luego ir añadiendo un poco de agua a la mezcla hasta obtener una pasta homogénea.
Después extenderla sobre el rostro bien limpio justo antes de ir a dormir y dejar que actúe durante toda la noche. A la mañana siguiente lavar la cara con abundante agua tibia y aplicar la crema hidratante habitual.
Mascarilla de aloe vera y limón
Combinar el poder antioxidante del aloe vera con las propiedades rejuvenecedoras que aporta el limón es el complemento ideal para eliminar las arrugas.
Este fruto cítrico es muy rico en vitamina C, una sustancia básica para prevenir las arrugas en el rostro y nutrir la dermis en profundidad.
Preparación
Extraer la pulpa de una hoja de sábila e introducirla en la licuadora. Luego, exprimir un limón y agregar su jugo junto al aloe vera, procesar ambos ingredientes hasta que se forme una pasta.
Aplicar la mezcla obtenida sobre el rostro con movimientos circulares. Pasados unos 20 minutos, retirar con agua tibia.
