Las relaciones unilaterales a menudo suenan como una historia de amor no correspondido pero no es así. Esto sucede cuando sólo una de las partes de la relación invierte mucho más tiempo y esfuerzo que la otra, lo que provoca un desequilibrio.
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Las relaciones sanas no son necesariamente perfectas, pero claramente son más sanas cuando ambas personas se sienten escuchadas y apoyadas. Es posible que haya momentos en los que sientas un desequilibrio y es normal.
A veces tu pareja puede necesitar dar un paso atrás por diversas razones como si está lanzando un nuevo negocio o experimentando dolor después de perder a alguien cercano.
Sin embargo, si esto se extiende demasiado, o si no estás feliz con la relación, la mejor opción es hablar primero sobre ello y luego, si nada cambia, lo mejor podría ser terminar.
¿Te sientes abrumada o cansada pero te cuesta determinar si es porque la relación está siendo unilateral? Aquí te decimos las señales que delatan que estás en esa situación.
Así se siente una relación unilateral
1. Siempre eres tú quien hace concesiones o sacrificios
Siempre eres tú quien hace concesiones o sacrificio siempre eres tú quien hace concesiones o sacrificios. Todas las relaciones requieren un compromiso y es posible que en ocasiones no estén de acuerdo sobre opciones como dónde salir, qué comer o en qué quieren gastar el dinero.
Pero si tu pareja casi siempre se sale con la suya porque eres tú quien cede o hace los sacrificios, esto puede ser una señal de que tu relación está siendo unilateral.
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2. Sientes que siempre estás ahí para ellos, pero ellos nunca están ahí para ti.
Fiestas, celebraciones o cualquier evento que tenga que ver con el entorno de tu pareja, siempre estás ahí, pero ésta siempre está ausente cuando te toca a ti. No importa la situación, tú siempre estás ahí pero no ves lo mismo desde el otro extremo.
3. Te sientes insegura y que no eres suficiente.
Sigues esforzándote al máximo, pero sientes que la relación no está llegando a ninguna parte. Esto hace que comiences a cuestionar tu valor y a creer que tus necesidades no son lo suficientemente importantes como para ponerlas sobre la mesa con tu pareja. Tu mente puede dar vueltas respecto a por qué ésta no está poniendo el mismo esfuerzo.
4. Constantemente pones excusas por su comportamiento.
Frente a esa “indiferencia” o falta de esfuerzo, tú excusas a tu pareja diciendo que “está teniendo un mal día” o “pasando por una mala racha”. Pareciera un acto de amor justificar continuamente sus acciones, pero también podría significar que estás evitando la verdad y siendo demasiado permisiva.
5. Falta de comunicación
Los problemas de comunicación se derivan en parte a esa unilateralidad. Cuando hay problemas, sueles recurrir a tu mejor amiga para hablar de tus frustraciones o incluso cuando te pasa algo bueno, es a la primera a quien llamas.
Por alguna razón sabes que es algo que no puedes hacer con tu pareja cuando no debería ser así. Por otro lado, tu pareja no comparte casi nada, pase lo que pase en su vida.
Puede que sea bueno escuchando pero también es necesario que cuente lo que pasa en su vida y exprese sus emociones. La buena comunicación es esencial para cualquier relación sana.
6. Desequilibrio financiero
Si tu pareja pierde su empleo o enfrenta alguna dificultad financiera, es probable que necesite tu ayuda. No hay nada malo en eso, después de todo, saber que tienes a alguien que se preocupa lo suficiente como para ayudarte en momentos de necesidad es un beneficio importante en la relación.
Sin embargo, es una historia diferente cuando eres quien termina pagando facturas, comestibles, gasolina y vacaciones sin un acuerdo previo. Si tu pareja no está en una situación complicada o no ha buscado mejorar y nunca hace ningún movimiento para contribuir, puede hacerte sentir que cargas con todo el peso, lo cual es injusto.