Cuando te casas o decides hacer tu vida con alguien, estás absolutamente segura de que estás con la persona indicada con la que tendrás tu “felices por siempre”. Sin embargo, conforme aprendes a compartir tu espacio 24/7 con esa persona, las cosas pueden dar un giro de 180° y el cuento de hadas termina por convertirse en un cuento de terror.
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Quizá la rutina comenzó a hacerte sentir sola o quizá llegó un momento en el que la otra persona dejó de valorarte y tenerte en ese pedestal que te hacía sentir importante.
No hay nada más doloroso que sentir que estás rogándole amor a quien te prometió el cielo y las estrellas. Porque el amor verdadero no se persigue ni se trata de convencer a la otra persona lo mucho que vales. Porque aunque tu fuerza y felicidad no deben depender de nadie más, cuando te aman de verdad, te sientes poderosa.
La atracción o la química inicial que sentimos cuando vemos a esa persona, no bastan para forjar una relación duradera y mucho menos una que sea buena. Hay muchas cosas de por medio que te van enseñando que la clave no es lo que hay en la superficie sino al interior.
A veces el amor y la presión de “tener una relación estable” nos ciega y la persona con la que estamos no es la correcta, lo que hace que en lugar de ser nuestra mejor versión, dudemos de nuestro valor.
Nadie que te ame de verdad te hará sentir que no eres suficiente por eso, cuando no te valoran, es mejor salir de ahí.
Sí, una ruptura amorosa siempre es difícil pero un divorcio o separación se siente en otro nivel porque se supone era “el paso definitivo” para la estabilidad.
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Un divorcio o separación puede ser muy confuso y doler en lo más profundo. Hace que te cuestiones si has tomado la decisión correcta, si no fuiste lo suficientemente fuerte o si alguna vez podrás volver a ser feliz.
Pero la respuesta es sí porque cuando dejas de sentirte plena y tus días comienzan a ser agotadores y frustrantes o dejas de crecer junto a esa persona, entonces lo mejor es salir de ahí.
Separarte de quien no te valora es un acto de amor propio porque es cuando recuerdas que mereces algo mejor.
Hay amores que lastiman y te estancan y otros que te iluminan e impulsan. ¿Por qué quedarte con quien ya no está sumando? Quédate siempre con el que te haga ser tu mejor versión. Quien te ama de verdad no te resta; debe nutrirte, no drenarte.
Mereces un amor que te acompañe en tus momentos más felices pero también en los más vulnerables y horribles.
La vida es demasiado corta como para que te quedes donde no eres feliz sólo por miedo a dar el siguiente paso o por el qué dirán.
Ni un divorcio ni una separación son el fin del mundo y no significa que estarás condenada a la soledad eterna. Nunca será fácil, especialmente si hay hijos de por medio pero debes recordar siempre que tu bienestar siempre es primero para dar lo mejor a los demás.
Permanecer en una relación tóxica para que “vean que todo está bien” no es la forma de traerles bienestar. ¿Qué van a aprender de ello?