Uno de los golpes más fuertes para las mujeres es descubrir que la pareja no quiere tener relaciones sexuales, pues indirectamente afecta el autoestima y nos pone a sobrepensar.
“¿Será que ya no le gusto?”, “Ya no soy atractiva”, “¿Será que aumenté de peso?”, “¿Tendrá a otra?”, son parte de los señalamientos que comienzan a surgir en nuestra cabeza y que nos hacen dudar si esa persona todavía nos ama.
En especial, cuando deja de ser algo transitorio o casual y se vuelve algo común en la relación. Es entonces cuando saltan las alarmas, pero muchas veces no tiene que ver contigo sino meramente con él.
¿Por qué mi pareja no quiere tener relaciones sexuales conmigo?
No necesariamente quiere decir que murió el amor. En la mayoría de los casos puede deberse al estrés y al cansancio producto del trabajo. Cuando nuestro cuerpo está sometido a esa presión, es natural que los niveles de libido bajen.
Igualmente los conflictos familiares o personales pueden incidir en que su nivel anímico no sea el más óptimo, así como trastornos que necesitan más atención como la depresión o ansiedad, que absorben todos sus pensamientos o energías.
Si descartas ambas situaciones, puede deberse a baja autoestima, inseguridades físicas, consumo de medicación o drogas, disfunción eréctil, desequilibrio hormonal, monotonía o insatisfacción sexual.
En todos los casos es importante tener una conversación honesta y buscar la manera de condimentar la relación. Salir de la rutina, probar nuevas poses sexuales, cumplir fantasías, tener citas a solas y cultivar la pasión como si se estuviesen conociendo otra vez.
Si él admite que no se siente enamorado, la terapia de pareja puede ser una solución y de no, al menos sabrás cuál es el verdadero estado de tu relación y podrás avanzar al siguiente capítulo.