Es una buena noticia que tu pareja adore a tus hijos y haga cualquier cosa por ellos, pero realmente eso no debe ser sinónimo de dejar de lado la relación romántica que tiene contigo.
Si esto último sucede, es normal sentirse desplazada, olvidada y hasta desatendida emocional o físicamente. Requiere una atención urgente, debido a que los romances que no se cultivan con el día a día se van marchitando y acaban en ruptura.
De hecho, conforme a varias investigaciones científicas citadas por la revista GQ, anteponer a los hijos hace que la relación se vea afectada y esto, irónicamente, impacta en los pequeños. Es decir que, pensamos que les hacemos un bien y terminamos dañándolos de todas maneras.
Amar a la pareja es una decisión y, como toda decisión, es importante mantenerla y seguir trabajando en eso por el resto de tu vida, lo que tampoco debe ser igual a olvidarse de los niños o convertirse en malos padres.
¿Qué hacer si mi pareja prefiere a nuestros hijos en vez de a mí?
En este sentido, es importante mantener una conversación sincera en la que manifiestes tus sentimientos y juntos se comprometan activamente en fortalecer el vínculo volviendo a acercarse.
Salir a citas, disfrutar de tiempo a solas, conversar sobre temas que les apasionen, tener sexo, son parte de esos momentos que los pueden volver a conectar románticamente.
El amor de padres y entre parejas no es igual y ninguno podrá superar a otro. Cada uno es especial y debe tener sus límites, así que siempre habrá momento para compartir un encuentro romántico, así como para ir con los niños al parque o hacer tareas juntos. Equilibrio, en este sentido, es la palabra clave.
Si esto se logra, el resultado beneficiará a todos. Conforme con la American Psychology Association han encontrado que los niños que tienen papás que se aman y tienen una buena relación son más felices y seguros que los que no tienen eso. Así que hazlo por ellos y por ti.