No hace falta terminar una relación para abandonarla. De hecho, muchas personas finalizan emocionalmente sus romances antes de ponerles fin. Son como pequeños duelos que elaboramos cuando aún estamos en pareja y que son el impulso para decir adiós.
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Por eso, si sientes que las cosas en tu relación han cambiado, es importante prestar atención a las señales antes de que sea tarde y haya una desvinculación afectiva total:
No hay nuevos temas de comunicación
Son charlas rutinarias, de los deberes, del día a día y no hay nada novedoso. Comunicarse y sobre todo divertirse en pareja, es fundamental. Aunque a medida que se van conociendo es difícil innovar con los temas, hay que buscar las maneras de siempre cautivar al otro con lo que hablamos.
Se acabaron los gestos cariñosos
Desde hacerse cosquillas, darte un abrazo inesperado o buscar agarrarte de la mano. El lenguaje corporal es muy poderoso y habla mucho de cómo nos sentimos realmente. A veces, estos empiezan a desaparecer como señal de no haber conectado bien con la otra persona en el último tiempo y todo se va enfriando.
No atiende tus necesidades
Si le pides algo y no cambia o no hace el esfuerzo ni siquiera para complacerte, es un pequeño ejemplo de que no le importa quedar bien contigo o aumentar la satisfacción en la pareja. Cuando ya no se atiende a estas necesidades básicas, y los individuos que la forman atienden solo a sus necesidades individuales, dejan de lado la unión sana.
Valoraciones negativas
Si antes te llenaba de elogios y ahora escuchas solo críticas. Los reproches son constantes, así como ponerte adjetivos: “es que eres muy mandona”, “es que eres una llorona”, entre otros, son ejemplos de que te mira con otros ojos.
Estancados en el pasado
Sigue siendo un punto decisivo en cada discusión, o incluso, te lo recuerda de la nada. Esta intolerancia es muy tóxica y destruye el amor en poco tiempo.