Estar soltera no significa que estés sola o condenada a ser miserable. No significa que no mereces amor ni tampoco que jamás encontrarás a la persona que te acompañe en el camino de la vida. De hecho en ese camino ni siquiera está escrito que tienes que estar con alguien para encontrar tu felicidad.
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Quizá te han hecho creer que la plenitud está en tener una pareja. No hay un tiempo determinado para encontrar amor ni tampoco para alcanzar los objetivos que la sociedad siempre nos ha impuesto.
Todos se mueven a su propio ritmo y quizá es momento de que aprendas que tu soltería no significa que estés sola.
No te estás quedando atrás de esos amigos que están casados y tienen hijos. Simplemente están en diferentes puntos de la vida. Nadie lo está haciendo mejor que el otro. A cada quien le llega su momento y ese momento a veces está en aprender que eres tu mejor compañía.
Las expectativas ajenas nos han hecho tenerle tanto miedo a la soledad que antes de aprender a disfrutar ese tiempo con uno mismo, nos conformamos con amores a medias. Quizá te has acostumbrado a mendigar migajas de amor porque un amor mediocre es mejor que nada.
No es tu culpa. Desde siempre nos han vendido la idea de que el amor romántico es algo que nos completa y nos garantiza el éxito y nos han hecho creer que nuestra soltería es porque hay algo mal con nosotras. Pero piénsalo, ¿realmente necesitas de alguien más para sentirte plena y feliz?
Vivir tratando de cumplir expectativas de terceros sólo nos hace vivir bajo una constante presión que sólo nos provoca una gran ansiedad y decepciones.
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Vivir buscando a esa mitad y no encontrarla al tiempo que todos los demás, hace que cuestiones si has perdido la oportunidad de ser feliz o si realmente no mereces amor.
La realidad es que es mejor estar soltera que con alguien que no está dispuesto a invertir su tiempo en ti ni en construir un futuro en el que seas feliz.
Sí, quizá hay una magia especial en compartir tus días con alguien más pero estar soltera también tiene esos momentos en los que simplemente te sientes bien contigo misma, te gusta lo que ves en el espejo y agradeces todo lo que puedes llegar a lograr por tu cuenta.
Ese tiempo contigo te puede enseñar mucho de ti misma y es entonces cuando realmente dejas de conformarte porque entiendes lo que quieres y mereces.
Dejar de ver la soltería como una condena te hace fuerte, alimenta tu autoestima y te hace ver que no tienes que bajar tus expectativas por nada ni nadie.
No necesitas que ningún príncipe azul te rescate porque tú misma puedes luchar contra monstruos y dragones. Todas anhelamos un amor perfecto pero si ahora estás soltera y estás bien con ello, sabes que no lo encontrarás conformándote con un peor es nada.