Las películas y libros románticos siempre nos han enseñado que las relaciones perfectas nacen del amor a primera vista y que el “príncipe azul” es quien nos salvará y nos hará felices por el resto de nuestra vida.
Sin embargo, si bien la química y atracción física inicial son una parte importante, lo que no dicen es el que amor verdadero es algo que se construye día a día más allá de las caricias y mariposas en el estómago.
Está bien creer en un amor de cuento de hadas pero no te quedes en donde sólo te prometen el cielo y las estrellas porque sin acciones concretas, no puedes construir nada.
A veces, el miedo a la soledad y al qué dirán hacen que entregues tu corazón a la persona equivocada y peor aún, que te quedes donde no te tratan como mereces.
Quizá has llegado al punto en el que parece que todos a tu alrededor están felices y plenos con relaciones perfectas y tú sigues siendo un completo desastre. Quizá estás con alguien que “no está mal” pero tampoco está bien. Quizá te has estado conformando demasiado con amores mediocres o quizá estás en punto en el que estás dispuesta a aceptar al primero que venga sólo para no seguir sintiéndote sola.
No hay nada más peligroso que quedarte con migajas o aferrarte a alguien por creer que “está en el destino” o porque es “la indicada”, según las expectativas ajenas.
Tampoco puedes perseguir a quien no quiere quedarse, porque el amor de verdad no se ruega.
La realidad es que estar con quien no quiere quedarse y con quien no puedes avanzar sólo provoca más dudas que seguridad y ese es uno de los dolores más grandes.
Deja de cegarte por lo que la sociedad espera de ti. Deja de creer que hay algo mal contigo porque no encuentras a la persona indicada. No importa si la gente a tu alrededor te presiona con tener algo, más vale estar soltera que con amores mediocres que no te dejan avanzar.
Es momento de que dejes de tener miedo a no tener una pareja y que estar soltera significa ser miserable. La soltería no es ninguna condena pero quedarte en donde no te quieren como mereces y donde te hacen dudar de lo mucho que vales sí puede serlo.
No tienes ninguna obligación de cumplir con expectativas ajenas y mucho menos debes sacrificar tu felicidad y valores por nadie.
Mereces ser feliz, encontrar quien festeje tus victorias y te tome de la mano cuando sientas que no puedes más pero sobretodo, ser plena bajo tus propias convicciones. No hay una fórmula exacta ni un tiempo específico para encontrar amor pero vale la pena esperar y dejar de conformarte con esos amores mediocres.